Ante el callejón sin salida en el que está desembocando el escenario político en Catalunya, se hace patente la necesidad de intermediarios que logren sentar a la mesa al Gobierno español y a la Generalitat. Ya han sido numerosos los ofrecimientos de mediación de partidos políticos, instituciones y autoridades europeas. Sin embargo, mientras que el Govern suspira por lograr un mediador internacional de garantías, el Ejecutivo de Rajoy se ha cerrado en banda a todas las posibilidades que se han abierto en los últimos días, por lo que se antoja complicado que un agente externo pueda intervenir en la crisis.
Unión Europea
En el gabinete de Carles Puigdemont ya han manifestado en diversas ocasiones su apremio por encontrar intermediarios a nivel europeo que insten al Estado a sentarse a dialogar. Es más, la Generalitat defiende que la propia Unión Europea es la que debería mediar en el conflicto.
Pero sus intentos hasta el momento han quedado en papel mojado. El pasado viernes fue el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, el que rechazó la posibilidad de una negociación. A su juicio, el Ejecutivo comunitario no debe actuar como mediador en esta clase de asuntos, ya que se crearía “más caos” en la Unión y otras regiones seguirían el proceso soberanista de Catalunya. “No quiero una Unión Europea de 48 estados”, afirmó. Además, Juncker defiende que “la separación de una parte de un Estado miembro o la creación de un nuevo Estado” no sería neutral con respecto a los tratados de la Unión.
Bélgica
De cualquier manera, en Europa no todos son de la opinión de Juncker. Uno de los mandatarios más abiertos al diálogo es el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, que ha afirmado que si no se produce una negociación entre España y Catalunya, las instituciones europeas deberían plantearse una mediación.
“Si constatáramos un fracaso definitivo del diálogo habría que preguntarse la cuestión de una mediación internacional o europea”, indicó en una entrevista con diarios belgas. En opinión de Charles Michel, el “sentido común” marca que “haya diálogo” entre instituciones, para detener la “guerra de nervios” que se está produciendo en el Estado español. A su juicio, la crisis catalana “pone a prueba a Europa”.
Anne Hidalgo
Lo que parece claro es que los primeros contactos para intentar busca un grupo de mediación internacional ya se han producido. Así lo indicó ayer la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que aseguró que le han llamado para mediar en la cuestión catalana. “Hay varias iniciativas de mediación, a mi misma me han propuesto formar parte de alguna. Yo creo que es necesaria esa mediación para salir de este callejón sin salida”, aseguró Hidalgo en una entrevista en televisión. Sin aclarar si aceptó la propuesta, Hidalgo defendió que “Europa necesita países fuertes que aporten valores humanistas” y, aunque dijo entender la “simpatía” que puede generar la demanda soberanista en Catalunya, criticó que el independentismo va “en el sentido contrario de la historia”.
Pablo Iglesias
A nivel estatal también ha habido varias propuestas de mediación en los últimos días. Una de ellas por parte de Podemos, cuyo líder Pablo Iglesias llamó personalmente a Mariano Rajoy para ofrecerse como intermediario. También ha entablado contactos con Carles Puigdemont en un intento de establecer una mesa de diálogo. Sin embargo, la negativa de Moncloa es total, ya que no se plantean ceder a un “chantaje brutal”. Además, Iglesias tampoco es la figura internacional que busca la Generalitat y no gozaría de la confianza de los sectores independentistas.
Iñigo Urkullu
Otra de las ofertas para contribuir al diálogo ha sido la de Iñigo Urkullu. El lehendakari se ha ofrecido varias veces a mediar entre la Generalitat y el Gobierno español, e incluso hace unos días se dirigió a Jean Claude Juncker para pedirle una “mediación europea”, ya que a juicio de Urkullu la UE “no se construyó intercambiando reproches y esgrimiendo los límites de la ley”, sino “escuchando, entendiendo al otro y construyendo con él”.
El lehendakari quiere que Juncker incorpore a la agenda el problema en Catalunya, ya que la estabilidad de un Estado miembro “está en juego y, en consecuencia, la de la propia Unión”. Pero hasta el momento sus requerimientos no han tenido respuesta ni en Bruselas ni en Madrid.
FC Barcelona
Uno de los ofrecimientos más llamativos ha llegado del ámbito deportivo: el FC Barcelona se ofreció hace unos días para impulsar la mediación y el diálogo entre las instituciones catalanas y españolas, “como entidad deportiva referente en Catalunya, comprometida con los valores del respeto, el diálogo y la convivencia”.
Por ello, el club de fútbol se ha adherido a la plataforma impulsada por el Colegio de Abogados de Barcelona, junto a sindicatos, patronales o universidades, que pide llegar a un acuerdo político para solucionar el problema.
La Iglesia
Otro de los posibles intermediarios a los que se ha apelado constantemente es la Iglesia, que ha exigido que se produzca un entendimiento entre el Govern y el Ejecutivo español. La Conferencia Episcopal incluso emitió un comunicado el mes pasado llamando al diálogo, lo que provocó el enfado de Rajoy, que contactó con el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el de Barcelona, Juan José Omella, para trasladarles su malestar. La Generalitat también ha apelado al Vaticano para que intente mediar, pero por el momento no ha obtenido respuesta y el propio Osoro ha negado que estén ejerciendo de mediadores.
Suiza
Finalmente, una posibilidad que se ha abierto recientemente es la mediación de Suiza. El departamento de Exteriores del país neutral, dirigido por Didier Burkhalter, se ha ofrecido como mediador entre los Ejecutivos de Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. Según informó la televisión suiza, los responsables de Exteriores están ya en contacto con las instituciones catalanas y españolas: “El departamento estudia todas las peticiones que le llegan y responde positivamente”. Sin embargo, desde el Govern no han confirmado la existencia de dichos contactos, Oriol Junqueras optó por no confirmar ni desmentir las informaciones.
