madrid - Por si no tuviera suficiente con el incendio catalán, a Mariano Rajoy le ha salido otro frente, además dentro de sus propias filas y que ya es familiar para él. El expresidente español José María Aznar, el mismo que eligió personalmente a Rajoy como su sucesor, volvió a enmendarle la plana al instarle a actuar ya ante el “ataque frontal” a la ley y la democracia de Carles Puigdemont, y a no permanecer en la “inacción”. Es más, consideró que si no lo hace, se deben convocar elecciones generales para que los españoles decidan cómo se afronta esta “coyuntura crítica para España”.
A través de la fundación FAES que preside, Aznar subraya que en Catalunya no cabe ya insistir en los errores “ni un minuto más. Errores de diagnóstico y de gobierno que han impedido establecer una estrategia eficaz y temprana frente al empuje del secesionismo”. En su análisis, titulado El precio de la libertad, el exlíder del PP alaba el mensaje del rey del pasado martes, en el que la nación española ha encontrado “su mejor intérprete, sensibilidad, aliento para superar esta crisis y fortaleza en la defensa de la unidad y permanencia de España”. Según destaca, ahora urge enfrentar “no un simple desafío, sino un ataque frontal a la ley, a la democracia” y a los derechos de los ciudadanos. “A España, en suma. Un ataque que está en curso y que no ha perdido posiciones desde que se inició, al contrario”, concluye.
Este posicionamiento crítico de José María Aznar encontró una amplia respuesta por parte del PP y del Gobierno español. El portavoz del Ejecutivo, Iñigo Méndez de Vigo, afirmó que es “momento de estar unidos” detrás de Rajoy ante el desafío secesionista y recalcó que el Ejecutivo es el que tiene “la capacidad de apreciar mejor cuáles son los tiempos”. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, coincidió en que el presidente español es la persona más capacitada para resolver el “problema de secesión” y estimó que unas nuevas elecciones generarían “incertidumbre”. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, contestó que ante la gravedad de la crisis de Catalunya “no conviene actuar con estrés” y pidió unidad. - DNA