MADRID - No ha sido activada en 39 años, pese a ser un mecanismo que guarda la Constitución española para parar los pies a las autonomías rebeldes. El artículo 155 de la Carta Magna, que podría conllevar la supresión del régimen autonómico de Catalunya para que el Estado asuma sus competencias, se dirime como la respuesta más efectiva del Gobierno de Rajoy ante la declaración de independencia unilateral que podría decretar el Parlament los próximos días. La llave para abrir las puertas de la soberanía obra en poder del president Carles Puigdemont, pero los partidos estatales debaten sobre el portazo a dar. Rajoy aguarda a los pasos del Govern para activar la controvertida medida, que en ningún momento descarta. El PSOE, por el contrario, apuesta por recurrir al Tribunal Constitucional para cesar a todos y cada uno de los responsables de que Catalunya rompa amarras con España.
Los partidos catalanes tienen claro que Moncloa tirará del artículo 155 inmediatamente después de que se declare la independencia unilateral. Más, si cabe, a la vista de que el Gobierno español ha advertido a Puigdemont de que la única salida al conflicto político es volver a la senda de la legalidad vigente del Estatut y la Constitución. Esa herramienta está en manos populares, ya que “previo requerimiento al presidente de la Comunidad Autónoma” en cuestión y, “en el caso de no ser atendido”, esta disposición constitucional se activaría “con la aprobación por mayoría absoluta del Senado”. Esta es una condición que cumple de sobra el PP, ya que controla sin problemas la Cámara alta. Génova ya ha señalado en numerosas ocasiones que se guarda todas las posibilidades a su disposición, aunque actuará de la mano del PSOE y Ciudadanos. Es por ello que el presidente volvió a apelar a la “unidad de los partidos constitucionalistas y a la defensa del Estado de derecho” como estrategia.
Similar llamamiento a situarse del lado del Gobierno realizó horas antes el coordinador general del Partido Popular, Fernando Martínez-Maíllo, quién aseguró que el Ejecutivo de Rajoy mantiene abierta la puerta a aplicar cualquier medida, desde el artículo 155 a la Ley de Seguridad Nacional para tener el control de los Mossos d’Esquadra. Se irán analizando al albur de lo que acontezca en Catalunya, pero aseguró que “la respuesta” deberá ser “desde la unidad” con PSOE y Ciudadanos. “Hablamos de una respuesta desde la unidad. Ya veremos los pasos a dar”, puntualizó. “Pero lo que no podemos aceptar es que el desafío continúe y se consume”, según apuntó. “El Gobierno y las instituciones del Estado no van a dar un paso atrás y Puigdemont lo sabe. Y también sabe que van a responder ante la Justicia de las decisiones que han adoptado”, concluyó.
Mientras Catalunya dilucida su futuro, Rajoy recibió ayer por la tarde en Moncloa a los líderes de los socialistas y del partido naranja, Pedro Sánchez y Albert Rivera. Y pudo constatar las diferencias que estas dos formaciones mantienen con respecto a la supresión del autogobierno de Catalunya. Mientras que Rivera sigue animando a tramitarla para abrir un nuevo escenario electoral en Catalunya, el PSOE prefiere explorar la alternativa judicial a través del Tribunal Constitucional. Los socialistas siguen insistiendo en el diálogo “con ambición y sin exclusiones”, abriéndolo a todas las formaciones, incluso a una Unidos Podemos que ha sido políticamente desplazada por el PP de cualquier decisión sobre la respuesta a dar a Catalunya, y afrontándolo con una perspectiva que supere el bloqueo reinante. Nada más concluir su cita con el líder del PP, Ferraz emitió un comunicado instando a “abrir una ronda de conversaciones con Unidos Podemos y el resto de fuerzas políticas con representación parlamentaria para abordar la crisis de Catalunya”. El secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, hizo hincapié en que la supresión de las competencias no es la “única posibilidad” para frenar el procés secesionista.
“Cuanto antes mejor” Quién sí estará del lado del PP es Ciudadanos. Rivera desveló ayer que Rajoy está estudiando cualquiera posibilidad, pero clarificó lo que a su juicio es la mejor respuesta ante “la deriva antidemocrática” de Puigdemont. Confía en que Moncloa suspenda la autonomía y convoque elecciones autonómicas para “dejar de estar secuestrados por un golpe a la democracia”. Principal fuerza en la oposición en el Parlament mediante su filial en catalana -Ciutadans, que dispone de 25 miembros, solo superado por Junts Pel Sì-, su presidente invitó a Rajoy a actuar “cuanto antes mejor”. Rivera confía en que unas elecciones a plazo corto puedan consolidar la actual posición de fortaleza de su partido y su portavoz en Catalunya, Inés Arrimadas.
“El artículo 155 es un artículo legal, democrático que tiene que estar activado. Se use o no se use”, aseveró Rivera. De hecho, insistió en que es “lo más limpio y democrático y que nadie puede criticarlo”. No obstante, existen serias dudas sobre si la activación de este precepto de la Constitución -que está incluido en el título VIII sobre la organización territorial del Estado- derivaría en la convocatoria de adelantar las elecciones en Catalunya, una competencia que recaería en un Puigdemont que, en todo caso, estaría inhabilitado para ejercer su cargo. Así lo recoge, al menos, el artículo 66 del Estatut. La formación naranja, asimismo, niega de facto que la propuesta del PSOE de Sánchez para una solución dialogada sea la idónea. “¿De verdad cree que Puigdemont quiere negociar?”, se cuestionó. Ciudadanos, por último, ni siquiera ve factible la participación de Unidos Podemos en el derribo de la autonomía catalana.
Podemos, en contra, ha mostrado sus reticencias a dejar sin efecto la autonomía catalana. Su secretario de Organización, Pablo Echenique, abundó ayer en esta postura al afirmar que “no es momento en España de dar marcha atrás en el Estado de las autonomías”, sino que es tiempo “para superarlo e ir a mayores cotas de autogobierno”. En una comparecencia junto a la coportavoz de la Ejecutiva, Noelia Vera, el dirigente ahondó en que Rajoy está “inhabilitado” para capitanear cualquier tipo de diálogo o interlocución con la Generalitat, especialmente tras “causar 800 heridos entre la población civil pacífica”. Esa crítica a la actuación del Ejecutivo del PP ante el referéndum, no obstante, no supone que la formación dirigida por Pablo Iglesias alabe la posibilidad de que el Govern de Puigdemont declare unilateralmente el referéndum. Lo que sí afirmó Vera es que el partido morado sigue manteniendo su “mano tendida” al PSOE, pero alertó de que lo que no quieren que ocurra es que se les “acabe congelando de tanto tenderla” a un Sánchez que “quiere acercarse al PP”. “Tendrá que ser el PSOE el que se termine decidiendo. Sánchez debe de retratarse”, insistió.