MADRID- En el intento de estrangular los preparativos del referéndum de independencia catalán para que no tenga lugar, el Gobierno español atacó ayer el flanco de las mesas electorales. Mariano Rajoy pidió a los catalanes que no acudan a las mesas en la jornada de votación y, en un mensaje que sonó a advertencia, añadió que sería un acto “absolutamente ilegal”. El presidente español sembró así la incertidumbre entre los catalanes sobre las posibles consecuencias penales que podría tener su participación en la jornada. Los soberanistas recibieron su anuncio como un hito más en su estrategia de evitar el referéndum con el mensaje del miedo a las sanciones.

La ley catalana que regula el referéndum de independencia establece que la mesa electoral estará formada por un presidente y dos vocales designados por sorteo público, y añade que su asistencia es obligatoria, si bien no concreta el régimen sancionador para los insumisos, al contrario de lo que sucede en otras convocatorias electorales. No está claro que los catalanes que no acudan vayan a ser sancionados, e incluso la CUP ha lanzado mensajes amparando la objeción de conciencia.

Rajoy pidió ayer a los catalanes que no vayan a las mesas electorales porque sería “un acto absolutamente ilegal”. “Aprovecho para decir a todas las personas que entienden que el Gobierno tiene que cumplir con su obligación que lo vamos a hacer, que estén tranquilas, que si a alguien se le cita para acudir a una mesa electoral, que no vaya, porque no puede haber referéndum y porque sería un acto absolutamente ilegal”, dijo en los pasillos del Congreso, tras responder a las preguntas de control de la oposición.

El presidente español no quiso pronunciarse sobre la eventual suspensión de la autonomía catalana y se limitó a decir que el referéndum “no se puede celebrar”. Ante la posibilidad de que los catalanes se declaren insumisos, Rajoy dijo que “es igual” lo que se declaren, y que la ley “se cumple” porque, si no se hiciera, significaría que “la voluntad de la mayoría” no serviría para nada y cada uno podría hacer “lo que estime oportuno”.