BARCELONA. Tras la reunión del Govern, Turull ha salido al paso de la orden dada por la Fiscalía de Cataluña al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, así como a los mandos de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Cataluña, para que "requisen urnas" y todo el material del referéndum y denuncien cualquier "acto" de las autoridades encaminado a organizar el 1-O.

Con una alerta antiterrorista de "4 sobre 5", ha recalcado Turull, la "prioridad política clara y nítida" del Govern "a la hora de movilizar a los efectivos de la policía es prevenir" posibles atentados y "reforzar puntos sensibles" de Cataluña.

Turull ha expresado la "confianza total y absoluta" en Trapero y, tras recordar los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils (Tarragona) de este verano y las "alarmas que hay a nivel europeo", ha añadido que "alguien debería hacer una reflexión en este sentido".

Por otra parte, Turull ha confirmado que tras su reunión los miembros del Govern han firmado la notificación judicial del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que en un auto dice ver indicios de que "habrían utilizado arbitrariamente" sus "potestades" al convocar un referéndum para el 1 de octubre que "va a incidir en el ámbito del gasto público".

El TSJC también aprecia indicios de los delitos de desobediencia y prevaricación en la actuación de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y otros cuatro miembros de la Mesa, aunque por el momento no entra a pronunciarse sobre el delito de malversación.

Turull ha asegurado que el Govern "va absolutamente a la una" en todo lo relacionado con el referéndum, lo que también "se traducirá en su momento en la defensa jurídica" unitaria.