bilbao - Jokin Bildarratz aboga por el diálogo entre los gobiernos español y catalán para buscar una salida al laberinto catalán. El portavoz del PNV en el Senado considera que ese diálogo tiene que abordarse teniendo en cuenta la realidad social y política actual en Catalunya y los agravios sufridos durante los últimos años, especialmente desde que fue laminado el Estatut.
¿Qué conclusiones extrae sobre lo que está pasando en Catalunya con el ‘procés’ soberanista?
-La principal conclusión es la irresponsabilidad del PP a la hora de llevar al Tribunal Constitucional el Estatut refrendado por la ciudadanía catalana, después de haber sido cepillado por las Cortes Generales. También es irresponsable que desde 2010, año de la sentencia contra el Estatut, nos encontramos peor que entonces. Hay un problema político indudable que Rajoy no ha abordado en estos siete últimos años. ¿Dónde ha estado Rajoy? ¿Qué propuestas ha puesto sobre la mesa del Gobierno catalán? Yo conozco las propuestas realizadas desde la Generalitat y han sido unas cuantas, sin embargo todavía no he visto ninguna desde Madrid.
¿Cómo se puede evitar el choque de trenes al que parecen ahora abocados?
-La clave es el diálogo, sentarse y resolver los problemas.Este es un problema político porque tiene una base social muy importante. Buena parte de la ciudadanía catalana considera que ha sido maltratada por parte del Gobierno español. El problema lo han generado Rajoy y el PP y a ellos les corresponde darle una solución. La única manera de hacerlo es a través del diálogo.
Ante la falta de diálogo, ¿es la desobediencia la mejor salida para abordar el problema?
-No lo sé, lo único que veo es que el Govern catalán solo pretende conocer la opinión de la ciudadanía catalana sobre su futuro. No creo que eso sea malo. También a Rajoy le va a venir bien conocer ese estado de opinión. Si profundizar en la democracia, va a traer una serie de consecuencias negativas, no se ha entendido nada del proceso. La solución no va a estar en inhabilitar cargos, consejeros o al president porque si alguien es inhabilitado vendrá otra persona por detrás. Después del 1 de octubre, llegará el 2 de octubre y habrá que seguir gestionando el día a día de la ciudadanía catalana. Hay que sentarse a dialogar, los dos gobiernos tienen que dialogar, pero aceptando desde Madrid la realidad social y política de Catalunya.
Una alta participación el 1-O y un resultado claramente favorable a la independencia, ¿haría replantear al PNV su estrategia de bilateralidad en la relación con Madrid?
-El PNV lleva ahora una estrategia diferente a la catalana porque aquí tenemos otra realidad. Nuestra línea de trabajo en materia de autogobierno está definida a través de la ponencia parlamentaria y ahora estamos esperando las propuestas de los diferentes grupos parlamentarios, que luego serán debatidas. La clave es que nosotros buscamos un acuerdo entre vascos para poder ir a Madrid a gestionar este pacto y poder establecer un acuerdo con el Parlamento y el Gobierno español. Pero sobre todo priorizamos un acuerdo entre vascos, después una consulta habilitante a la ciudadanía para que nos diga si está conforme con llevar a Madrid ese acuerdo del Parlamento Vasco. A partir de ahí, buscaremos cerrar un acuerdo con Madrid y luego refrendarlo en un referéndum, como se hizo con el Estatuto de Gernika.
¿Qué recorrido cree que tiene la plurinacionalidad de Pedro Sánchez?
-Creo que hay que dar tiempo al PSOE, pero en el caso catalán los socialistas han ido improvisando. Primero sacaron la federalización del Estado en lo que llamaron la Declaración de Granada. Y ahora están dando una respuesta parecida, con algunos matices para tratar de diferenciarse del Partido Popular. Pero en realidad PP y PSOE tienen la misma concepción de lo que es España.