DONOSTIA- Con el procés catalán flotando en el ambiente, EH Bildu abrió ayer su curso político en un acto en Donostia en el que su coordinador general, Arnaldo Otegi, instó a que Nafarroa y la CAV den un giro copernicano a su modelo de relación con el Estado para que este se sustente “en el respeto y la igualdad”. Así lo resaltó Otegi, que llamó a “no seguir siendo parte subsumida de un Estado que jerárquicamente impone sus leyes, sus proyectos económicos, sociales y culturales porque consideran que estamos bajo su tutelaje”.

“Este país hace tiempo que ha demostrado que puede vivir sin tutelas”, afirmó Otegi en un acto que contó con la asistencia de las principales líderes de las cuatro formaciones -Sortu, EA, Aralar y Alternatiba- que sustentan EH Bildu. Sin embargo, los gobiernos vasco y navarro -en el que la coalición participa- no estarían empeñados en superar los marcos actuales, si no que apuestan por un modelo que trata a los ciudadanos de “menores de edad” para gobernarse a ellos mismos. “No estamos en fase de reformar amejoramientos y estatutos, sino de superarlos”, profundizó.

La CAV y Nafarroa, por el contrario, deberían de aprovechar la oportunidad que brindaría el referéndum soberanista de Catalunya, que supone una moción de censura “al derrumbe, al fracaso, al final y al agotamiento del modelo del régimen que se inauguró en 1978”. Más, si cabe, en un curso político en el que van a “cambiar sustancialmente las cosas en el Estado”. Con las fuerzas soberanistas vascas como motor, Otegi emplazó a los presentes a trabajar con ahínco para la “tarea transformadora” que se avecina. “Quien no cree que este país es lo suficientemente maduro y responsable como para gobernarse a sí mismo en el máximo de competencias posible y en el máximo nivel de autogobierno es alguien que no tiene confianza en sus ciudadanos o que les tiene miedo. Y nosotros no tenemos ni lo uno ni lo otro”, sostuvo.

Por último, Otegi desechó el concepto de “oasis en el que no existen problemas sociales” por “no ser cierto”. No a la vista del “proceso de desindustrialización del país”, censuró. Las medidas de choque, en todo caso, pasarán por hacer confluir las “energías sociales, sindicales, políticas, culturales y económicas suficientes para construir la sociedad de otra manera”.