MAdrid - Al igual que hizo con la reunión de la Mesa del Parlament del pasado 16 de agosto, la primera tras las vacaciones de verano y en la que se esperaba que se admitiera a trámite la Ley del Referéndum, el Tribunal Constitucional estará reunido y alerta durante el pleno del Parlament de los próximos días 6 y 7 de septiembre. La razón es la misma: actuar de inmediato ante cualquier paso que den en dicho foro las formaciones independentistas Junts pel Sí y la CUP de cara a posibilitar el referéndum de independencia previsto el 1 de octubre. Este escenario se antoja más factible después de que dirigentes de JxSí y el PDeCAT aseguraran ayer que, efectivamente, en el pleno de la semana que viene se aprobarán la Ley del Referéndum y la Ley de Transitoriedad Jurídica. Esta última, que fue registrada por JxSí y la CUP el pasado lunes, es la más importante de las leyes de desconexión y busca crear un marco legal alternativo al español.

En cualquier caso, el Govern ya anunció que desoirá la resolución del Tribunal Constitucional “con todas las consecuencias” que ello acarree, en el caso de que el alto tribunal anulase la Ley del Referéndum, y que solo “obedecerá el mandato” del Parlament catalán. El conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Jordi Turull, aseguró ayer que “firmar esta ley o todo lo que tenga que ver con dar la palabra a los ciudadanos de Catalunya para decidir su futuro, y que uno de estos futuros posibles y plausibles sea la independencia de Catalunya, no es un problema, sino un auténtico honor”. En declaraciones a Radio Euskadi, agregó que al Govern “el único elemento que le pesa es una posible inhabilitación por parte del pueblo de Catalunya”. - C. C. B.