donostia - “El objetivo de los terroristas es hacernos la vida difícil, hacer que vivamos en pánico. Para vencerles tenemos que estar tranquilos, hacer nuestras vidas y participar en los actos de solidaridad con las víctimas”. El presidente de la Federación Islámica del País Vasco, Aziz Messaoudi, llama a la “calma” el día siguiente de los ataques de Barcelona y Cambrils.

Detrás del comunicado en el que la Federación Islámica del País Vasco mostró su “total condena al ataque terrorista” de Barcelona y trasladó sus “más sinceras condolencias” a las víctimas y sus familiares, queda una comunidad que pide “tranquilidad” a la sociedad vasca. “Es una zona de turistas en la que cualquiera de nosotros podía estar ahí disfrutando de sus vacaciones. Estas familias podíamos ser cualquiera de nosotros. El dolor es fuerte”, reconoce Messaoudi apenas 24 horas después de que una furgoneta entrara a toda velocidad en la Rambla barcelonesa desde la Plaza Catalunya.

El presidente de la Federación Islámica del País Vasco se asomó a la tragedia a través de los medios de comunicación durante la tarde del jueves en su casa de Lezo, donde se preparaba para volver unos días a su Marruecos natal y “después de muchos años” celebrar allí el Eid al-Adha o la Fiesta del Cordero. “Como comunidad musulmana dentro de la sociedad española sabemos quién paga la factura gorda”, declara Messaoudi. “Las consecuencias negativas de estos ataques al final las pagamos nosotros. Sabemos que detrás de cada acto de estos surgen otros actos terribles hacia la comunidad musulmana, ataques a personas y mezquitas”, desarrolla, aunque reconoce que en el caso de Euskadi no le consta ningún suceso de estas características, “pero nos hemos acostumbrado a que mucha gente nos meta a todos en el mismo saco”.

“Hay parte de nuestra comunidad que por cualquier cosa ya siente miedo, pero la mayoría nos preocupamos porque, después de lo que ha ocurrido, nos pueden dañar”, asevera el presidente de la Federación, que insiste en el mensaje de “calma y tranquilidad” hacia una población musulmana de unas 55.000 personas en la CAV. Messaoudi es claro al definir el modus operandi de los yihadistas, que no tendrían nada que ver con la religión: “El engaño. Cuando a una persona le metes en la cabeza cosas del tipo de que, si comete un ataque contra infieles, irá al paraíso, con mujeres guapas...”. En este punto, llama la atención sobre el perfil de los últimos terroristas: “No son del perfil de los antiguos, con años de radicalización. Hablamos de jóvenes que no tienen conocimiento básico de la religión, no tienen nada que ver con ella”. - DNA