BILBAO - El Gobierno Vasco trata de contrarrestar la campaña contra el modelo turístico, potenciada por sectores de la izquierda aber-tzale, advirtiendo de las nefastas consecuencias que puede generar a una actividad con casi 100.000 trabajadores. El consejero de Turismo, Alfredo Retortillo, advirtió ayer de que episodios vandálicos como el ataque a la sede de Basquetour en Bilbao o el del tren txu txu en Donostia “ponen en riesgo la economía y puestos de trabajo”, especialmente en un sector que ha digerido mejor los adversos efectos de la crisis en los últimos años. Además, acusó a EH Bildu de contribuir a trasladar “una imagen negativa del país al exterior”.
Según el consejero de Turismo, la izquierda abertzale comete “una grave irresponsabilidad” al asociar el modelo vasco con el de zonas del litoral mediterráneo, donde el patrón de sol y playa ha contribuido a generar una cierta sensación de masificación. “Euskadi no es Magaluf. No lo ha sido nunca, no lo es, ni nuestras políticas están dirigidas a ello”, exhortó en referencia a uno de los epicentros del denominado turismo de borrachera. “Lo peor de todo es presentarnos como un país xenófobo con un modelo de turismo desorganizado”, lamentó.
En palabras del propio Retortillo, el turismo es una cuestión de la que se puede debatir, pero la discusión debe ser reconducida a las instituciones. A su juicio, la campaña impulsada por la izquierda abertzale es “un intento desesperado por conseguir una visibilidad que la acción política en otros temas no les concede”. En ese sentido, recordó que EH Bildu apoyó “entusiásticamente” la vigente ley que regula el sector turístico y que recientemente mantuvo en el Parlamento Vasco una línea opuesta a la que ahora ofrece. - X. Garmendia