BARCELONA - El president Puigdemont hará las maletas a finales de este mes para emprender un viaje institucional a Dinamarca. La visita tendrá lugar los días 30 y 31 de agosto, pero aún se desconoce su propósito y la agenda de encuentros del mandatario catalán. En cualquier caso, el viaje ha generado todo tipo de especulaciones porque va a tener lugar un mes antes del referéndum de independencia del 1 de octubre, una consulta unilateral que no es reconocida por España y cuya única esperanza es el respaldo internacional que pueda recabar. No parece casual que el president haya escogido Dinamarca como destino, porque en el país nórdico se está generando una corriente de opinión favorable al derecho a decidir en ámbitos influyentes de la prensa y entre los grupos parlamentarios.
Desde las elecciones de 2015, Dinamarca está regida por los liberales y la derecha. El primer ministro Lars Lokke Rasmussen no ha realizado ninguna declaración sobre el proceso. En ámbitos jeltzales es un nombre relativamente conocido porque estuvo presente en la última cumbre de dos grandes familias políticas europeas, los liberales y los demócratas. Andoni Ortuzar pronunció un discurso a favor de las políticas sociales. En esa alianza de partidos, los posicionamientos son muy heterogéneos sobre el derecho a decidir. Lo más relevante en el caso danés viene de la mano de su Parlamento y su periódico más leído, el diario Politiken.
El Parlamento danés aprobó el 19 de mayo de 2015 una declaración a favor del diálogo “democrático y pacífico” entre los gobiernos español y catalán. Lo hizo con 64 votos a favor, 41 abstenciones y ninguno en contra. Esta declaración generó cierta polémica porque Martin Lidegaard, por aquel entonces ministro de Exteriores antes del cambio de gobierno, aseguró que los soberanistas catalanes habían malinterpretado su sentido y que, en realidad, los daneses no quieren interferir en un asunto doméstico español. Este matiz rebajó en gran medida el alcance de la votación, pero la declaración parlamentaria acreditaba de alguna manera que el procés ha traspasado fronteras y genera inquietud en países tan avanzados como Dinamarca, un modelo a seguir en lo económico para el PDeCAT. Por ello, los soberanistas se decantaron por ver la botella medio llena.
La segunda noticia relevante para el proceso llegó a comienzos de esta misma semana. El rotativo Politiken publicó un perfil laudatorio de Puigdemont, frente a un Mariano Rajoy que lo fía todo a los jueces y la Constitución española. En el reportaje se eleva el referéndum a la categoría de “herramienta para acabar con 800 años de amargura y lucha”. Se remonta, incluso, al “terror fascista” de la dictadura de Franco, que supuso la prohibición de los símbolos catalanes, fusilamientos y exilio.
Los soberanistas consideran que los pronunciamientos políticos y periodísticos sobre el procés son una consecuencia directa de su intensa actividad en Dinamarca. La sección danesa de la ANC y la diplomacia catalana de Diplocat están realizando esfuerzos en ese territorio para lograr la simpatía de las autoridades. Se da la circunstancia de que la embajadora catalana en Dinamarca es Francesca Guardiola, hermana de Pep Guardiola.
El president ha desarrollado una intensa agenda internacional que lo ha llevado, entre otros destinos, a Londres, a París y dos veces a Bruselas. En esas misiones ha intentado hacer pedagogía y buscar la simpatía de las autoridades internacionales con la expectativa de que intercedan a favor del diálogo y del derecho a decidir, y puedan de esa forma erosionar la resistencia de Madrid ante las demandas catalanas. Los resultados han sido muy desiguales, sobre todo por el muro que ha supuesto la Unión Europea. Puigdemont no ha logrado celebrar un encuentro con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. En varios países, la prensa se ha hecho eco de las movilizaciones de la Diada y del referéndum proyectado para octubre, e incluso ha habido declaraciones parlamentarias, pero ese apoyo no ha dado el salto hasta los grandes mandatarios y los primeros ministros de los estados europeos.
cita con albiol Por otra parte, el president ha aceptado reunirse con el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, quien le había pedido un encuentro para decirle a la cara que se expone a ser inhabilitado. Según la carta a la que tuvo acceso Europa Press, Puigdemont acepta pese a las “claras faltas de respeto” del popular. La cita no será dentro del plazo que le pedía Albiol, sino en “la segunda quincena del mes de agosto”.