madrid - Mariano Rajoy ya advirtió el lunes de que no reformaría la Constitución antes de ver qué ocurre el 1-O y ayer en su partido refrendaron su postura. También en Ciudadanos se mostraron contrarios a abordar ahora este tipo de cuestiones. Por tanto, ante el silencio de Unidos Podemos, el PSOE se queda solo en la defensa de cambios constitucionales o del modelo territorial como gesto hacia Catalunya.
En el PP creen que no es momento de abrir el debate sobre la reforma de la Constitución, tal y como quieren los socialistas, que se plantean registrar una comisión de estudio en el Congreso en septiembre. Javier Arenas expresó ayer que es “totalmente inoportuno” y que tiene que haber propuestas concretas para una modificación de la Carta Magna. “No se puede abrir en el vacío”. El vicesecretario popular añadió que, quien quiera hacer cambios, tiene que “explicar con toda nitidez qué quiere hacer exactamente” y contar con un “consenso similar” al de la Constitución de 1978. Hay que recordar que para llevar a cabo una reforma constitucional es necesario el respaldo de dos tercios de los diputados.
Además, Arenas advirtió de que su formación no va a pactar ninguna reforma constitucional que “sacrifique la cohesión de España o la igualdad de derechos de los españoles”, y explicó que al PP le “preocupan las ambigüedades del PSOE” sobre el Estado plurinacional. A su juicio, la mayoría de la sociedad no se ve “reflejada” en el concepto de plurinacionalidad: “A lo mejor la plurinacionalidad le sirve a Sánchez para el debate interno, pero no se trata de afrontar problemas internos creándoles problemas a los españoles porque la gran mayoría de los ciudadanos consideran que España es una nación y apuestan por el Estado de las Autonomías”, defendió.
En Ciudadanos tampoco convence en absoluto la propuesta de los socialistas. Según el portavoz parlamentario Miguel Gutiérrez, no es momento de iniciar el debate para una reforma de la Constitución. “No vamos a contribuir a abrir diálogos para simplemente hacer que un partido como el PSOE, que no tiene una posición clara sobre nada, esté mareando la perdiz, que es lo que parece que quieren hacer desde que ha finalizado su congreso”, lamentó.
Para el diputado de la formación naranja, antes de abordar una modificación de la Carta Magna “es importante fijar el perímetro”. De no hacerse eso, expresó, el diálogo sobre la reforma “está condenado al fracaso” y será “eterno”. A su juicio, en el marco de esas conversaciones los partidos tienen que hablar de “muchas cosas”, no solo del encaje territorial de las distintas comunidades autónomas. Concretamente, Ciudadanos opta por abordar reformas institucionales y la supresión de los aforamientos. Miguel Gutiérrez recordó asimismo que su partido y el PSOE ya acordaron que después del verano comenzarían hablar de los cambios constitucionales. - M.A.