madrid - El portavoz del Gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, advirtió ayer de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy aplicará todas las medidas que tenga a su alcance para evitar que se produzca una ilegalidad, como sería la celebración de un referéndum sobre la independencia de Catalunya.

Méndez de Vigo afirmó en Aranda de Duero (Burgos) que “ante una situación, el Gobierno aplicará todas las posibilidades que tiene para que esa ilegalidad no se produzca. Es nuestra obligación y nuestro deber y así lo haremos”. El también ministro de Educación y Cultura se mostró convencido de que el referéndum del 1 de octubre no se celebrará porque es ilegal y ofreció a la Generalitat “diálogo, diálogo y diálogo, sin fecha de caducidad pero siempre dentro de la ley”.

Frente a este ofrecimiento, el ministro lamentó que se hayan encontrado con la silla de Catalunya vacía en la Conferencia de Presidentes y la negativa de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, a exponer en el Congreso de los Diputados su proyecto. “Para bailar un tango son necesarios dos, y si el otro lo único que quiere es referéndum sí o sí, es muy difícil encontrar un diálogo o soluciones”, subrayó Méndez de Vigo.

En la misma línea, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que la dimisión de Albert Batlle muestra la “gravísima dinámica” que está tomando el Govern. A su juicio, cuando la gente “moderada” se tiene que ir, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras pueden “asumir su fracaso” ahora o hacerlo el 1 de octubre porque el referéndum “no se va a celebrar”. Santamaría recalcó que si el Govern opta por “despeñarse”, y siguen “tensionando” a los catalanes, “tendrán una respuesta por parte del Gobierno y la instituciones del Estado”. - E.P.