formados en fila de a uno, entremezclados con la amplia representación política que acudió al vigésimo aniversario del secuestro y asesinato de su convecino Miguel Ángel Blanco, dos centenares de ciudadanos de Ermua rememoraron los dos días de dramática cuenta atrás que padecieron hace ahora dos décadas. Ayer tan solo pudieron depositar rosas rojas para recordar a un exconcejal del PP que, pese a perder la vida cruelmente a manos de una organización armada a la que aquella sangrienta ekintza le sobrevino como un bumerán en forma de revuelta cívica, sigue presente en la memoria colectiva.
Con un calor parecido al experimentado aquel 12 de julio de 1997, y mientras el bullicio se dejaba sentir en un casco antiguo atestado de vecinos, la escultura en homenaje a las víctimas del terrorismo erigida en el más tranquilo parque de San Pelayo -obra de Agustín Ibarrola- fue el escenario elegido por el Ayuntamiento para un emotivo acto que hizo brotar algunas lágrimas.
Especialmente las de familiares de Blanco -asistió un tío suyo- y miembros de aquella Corporación que sufrieron en sus propias carnes el chantaje al que ETA sometió a todo un pueblo. Algunos, de hecho, portaron el simbólico lazo azul contra la banda. Y mantuvieron un sepulcral silencio que solo fue roto por los prolongados aplausos tras las alocuciones del alcalde Carlos Totorika y del periodista José María Calleja. También se descubrió una placa para agradecer a Ibarrola que donara la escultura.
Los políticos cedieron el protagonismo a los responsables municipales de Ermua -acudieron miembros de los seis partidos con actividad municipal, también de EH Bildu-, pero ello no fue óbice para que una amplia nómina de altos representantes políticos vascos se acercaran a la villa vizcaina en tan simbólico aniversario. Las del PP de la CAV y PSE fueron las más numerosas, encabezadas por sus respectivos líderes, Alfonso Alonso e Idoia Mendia, junto a Borja Sémper o José Antonio Pastor. De Madrid llegaron la presidenta de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Cristina Narbona, y el secretario de Política Federal, Patxi López. Tampoco faltó la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, y la de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, así como el presidente del TSJPV, Juan Luis Ibarra.