vitoria - El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga calificó ayer de “paso de gigante” la decisión del colectivo oficial de presos -EPPK en sus siglas en euskera- de aceptar las vías legales individuales para poder acceder a los beneficios penitenciarios y la progresión de grados vigentes. Se refería así al hecho de que se haya optado por dejar atrás la concepción de que “el colectivo debía estar en unas posiciones de resistencia” frente a la política penitenciaria, que “era parte de la política antiterrorista y por eso se estaba sometiendo a este colectivo a una continua presión política e incluso a actitudes de chantaje y venganza”.
El debate interno iniciado en las cárceles en diciembre del año pasado ha decidido por amplia mayoría pasar a otra dinámica en la que los reclusos afirman que no son “objeto de esta política” sino “sujeto de derechos humanos y de derecho amparado en las leyes”, por lo que “vamos a avanzar en este nuevo terreno”, vaticinó Arzuaga. Para el parlamentario de la coalición aber-tzale, este paso “conjuga muy bien con una actitud de resolver ese pasado y estas consecuencias de la situación de conflicto de motivación política que hemos sufrido en este país”. Preguntado por qué no se adoptó antes esta decisión, dijo que “había una expectativa de que se resolviera esto de otra manera, por medio de una negociación o un diálogo político”. Con el tiempo comprobaron que “esto no se va a producir así, lo que nos obliga a todos los agentes a ser más creativos, a pensar de otra manera”, apostilló.
Destacó asimismo “dificultades” como la “política de dispersión, de alejamiento. Si este debate se hubiese dado con el colectivo agrupado”, su culminación habría sido “mucho más rápida, de forma más sencilla y, seguramente, con más intensidad en las decisiones y en el apoyo a esas decisiones”, manifestó. - DNA