Bilbao - El PNV quiere que, cuando las instituciones vascas pongan en marcha el nuevo estatus de autogobierno para Euskadi, puedan hacerlo sin lastres del pasado, y con la carpeta de las transferencias pendientes cerrada y resuelta de manera satisfactoria. Por ello, su aspiración es completar íntegramente el traspaso de las competencias del Estatuto de Gernika esta misma legislatura. Espera que los gobiernos vasco y español activen una mesa de negociación para encauzar esas demandas. En puertas de la negociación de los Presupuestos estatales del próximo año, sobrevuela la pregunta de si el PNV va a poner como condición previa a Rajoy ese cumplimiento del Estatuto de Gernika. Lo que sí reconocen los jeltzales es que un compromiso y un gesto de voluntad del presidente español en ese sentido favorecería que los jeltzales entrasen en la negociación presupuestaria y lo hicieran con una disposición positiva.

Así lo confirmó ayer el presidente de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, en una entrevista concedida a Radio Euskadi. “Vamos a estar muy atentos para ver qué compromiso hay desde la administración central con lo que queda de desarrollo del Estatuto, porque eso para nosotros va a ser muy importante a la hora de testar la voluntad política del Gobierno español. Si hay voluntad política, para nosotros será más sencillo entrar a negociar los Presupuestos. Si no la hay, comprobaríamos que no necesitan o no quieren nuestro apoyo”, explicó.

La negociación de las transferencias corresponde al Gobierno Vasco y, en concreto, al consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka. Espera reunirse pronto con la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, para abordar con carácter prioritario el traspaso de las prisiones y la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. De momento, las fuentes consultadas por este periódico aseguran que no ha habido contactos, ni hay fecha para el encuentro. Tampoco hay a la vista una reunión entre Rajoy y el lehendakari Urkullu.

Tal y como informó este medio, las dos transferencias son determinantes para el Gobierno Vasco y pueden condicionar el devenir de las relaciones con Madrid. En cualquier caso, el PNV es consciente de la dificultad que entrañan estos dos traspasos y asume que las negociaciones pueden dilatarse más allá de un año. En términos generales, reconoce que el cumplimiento íntegro del Estatuto no puede cerrarse de la noche a la mañana. Lo que pide es un gesto que demuestre que el Gobierno español va en serio. Quiere detectar avances en esas materias. Sería un esquema distinto al de la negociación del Cupo, donde el PNV sí exigió cerrar totalmente las discrepancias de los últimos diez años a tiempo para votar los Presupuestos. Los jeltzales también reconocen que hay otras transferencias menos complejas que podrían encauzarse más rápido a modo de gesto. No ofrecen más detalles, pero en ese grupo se encuentran en principio las transferencias acordadas con el expresidente Zapatero, pendientes solo de una firma. Son la gestión del Fogasa (el fondo de garantía salarial encargado de pagar los sueldos pendientes a los trabajadores cuando la empresa es insolvente), los ferrocarriles y las autopistas. Todo el trabajo técnico está hecho y solo falta la rúbrica.

Desde el grupo jeltzale en el Congreso, por su parte, insisten en que aún es pronto para posicionarse. Todavía faltan tres meses para que empiece una eventual negociación, porque el Gobierno español tiene de plazo hasta el 30 de septiembre para registrar sus Cuentas en la Cámara. De momento, Rajoy solo ha sondeado al PNV para aprobar el techo de gasto, el marco general que establece el límite de deuda y déficit y los recursos de los que van a disponer las administraciones, y a partir del cual se redactan después los Presupuestos.

estado plurinacional Ortuzar también se refirió ayer al PSOE y una hipotética moción de censura de Pedro Sánchez. El jeltzale no la ve por la “incapacidad” de entenderse de Podemos y el socialismo. En cualquier caso, aclaró que el PNV se guiará por la agenda vasca sin atarse a nadie, tampoco a Rajoy. “No nos vamos a casar con nadie. Nadie puede pretender que le demos un cheque en blanco, ni vamos a asumir que tenemos una tarea divina para mantener la estabilidad de España”, aclaró. En cuanto a la apuesta de Sánchez por el Estado plurinacional, Ortuzar pidió que, si se reconoce que Euskadi es una nación, “habrá que reconocer que esa nación tiene derechos políticos y es un sujeto político”.