madrid - El Partido Popular ha puesto toda la carne en el asador en su intento de sacar los colores a los grupos de la oposición en la comisión que ha creado en el Senado, merced a su mayoría absoluta, para investigar la financiación de una decena de formaciones, con especial incidencia el PSOE. Una iniciativa que ha impulsado para contrarrestar la comisión del Congreso que, centrada en los populares, investiga sus cuentas presuntamente ilegales y que este mismo lunes contará con la presencia del extesorero Luis Bárcenas. Cuando ayer concluía el plazo para que las formaciones de la Cámara alta presentaran su plan de trabajo para la “contracomisión”, como la denominan los grupos de la oposición, el partido de Mariano Rajoy ha apuntado a lo más alto y ha solicitado la comparecencia en dicho foro de los líderes del PSOE, Pedro Sánchez; Podemos, Pablo Iglesias; y Ciudadanos, Albert Rivera.
En su escrito registrado ayer, el PP plantea un plan de trabajo centrado en todos los partidos menos el suyo, lo que incluye a Podemos, Izquierda Unida, PSOE, PSC, Ciudadanos, PNV, CiU, PDeCAT, Compromís y ERC, a los que pedirá documentación y comparecientes. De todos ellos solicitará, por tanto, información sobre su organigrama y contable-financiera, desde estados contables a proveedores, alquileres, propiedades, asociaciones y fundaciones vinculadas o créditos condonados y campañas de crowdfunding. Todo ello para estudiar cómo se financian los partidos, cómo podrían hacerlo y qué fórmulas permiten evitar la corrupción.
En la mayor parte de partidos, el PP pide información desde el año 2004 o posteriores, pero en el caso del PSOE se retrotrae a 2003. De los socialistas reclama más datos que del resto, sobre sus fundaciones y sobre empresas como Mutua Fortia Vida y Fitonovo. También exige las facturas de todos los actos de precampaña y campaña de las primarias, o las cuentas de la campaña electoral de 2007 en Málaga y Estepona, incluidas facturas del hotel pagado a José Bono para el mitin de cierre en esta ciudad.
De Podemos, el PP quiere tener las declaraciones del IRPF de todos sus diputados estatales, autonómicos y europeos, así como de sus senadores, desde 2014, y las cuentas anuales de 15 asociaciones y fundaciones vinculadas. Pide también que comparezcan editores de medios “afines” como Tristán Meyer, cargos venezolanos como el exministro Rafael Isea -que habría confirmado a la Policía pagos a la fundación CEPS de Iglesias- y el presidente de la Asamblea de Venezuela, Henry Ramos.
En el capítulo de comparecientes, los populares proponen también a Alberto Garzón, Cayo Lara y Gaspar Llamazares (IU), Mónica Oltra (Compromís), cerca de 40 cargos de Ciudadanos, los tesoreros del PNV y de ERC desde 2004 y tesoreros y gerentes de la antigua CDC. Por el PSOE añaden a otro medio centenar de personas, incluidos Susana Díaz, José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Elena Valenciano y Francina Armengol.
Por su parte, el PSOE, que pide que se investigue solo al PP, llama a comparecer en la comisión del Senado a José María Aznar, Mariano Rajoy y Luis Bárcenas, entre otros. Unidos Podemos reclama también a estos dos últimos de entre un total de 83 personas que incluyen a policías, funcionarios, empresarios y fiscales. ERC y PNV no han propuesto aún nombres, y los jeltzales aspiran a establecer “mecanismos que imposibiliten las irregularidades”. El día 29 se tratará de llegar a un acuerdo sobre el plan de trabajo, incluyendo la duración de la comisión.