BILBAO - Dejando atrás la resaca del proceso de refundación, la nueva cúpula de EH Bildu se ha arremangado para enderezar su rumbo. La Mesa Política surgida del congreso se reunió ayer por primera vez en Bilbao con el objetivo de comenzar a plantear las principales propuestas de una coalición que ha adquirido la estructura orgánica de un partido al uso. El proyecto unificado de la izquierda abertzale busca, en palabras del recién proclamado coordinador general, Arnaldo Otegi, “construir una casa refugio para proteger a la gente, que para nosotros tiene forma de Estado propio como república”. En esta nueva etapa, la política fiscal se plantea como una de las máximas prioridades.

El fin del curso político está a unos pocos tachones de calendario, pero EH Bildu ha querido fijar ya una primera avanzadilla de la hoja de ruta que impulsará en el Parlamento Vasco cuando el descanso estival llegue a su fin. La medida estrella pasará por una reforma fiscal que incluiría subidas y recuperaciones de gravámenes, así como la lucha contra el fraude. La propuesta no es nueva, ya que previamente la planteó como condición para votar a favor de los Presupuestos de Lakua que finalmente rechazó. En todo caso, plantea un enfoque algo diferente, ya que ninguno de los ejes principales pivota en torno al IRPF. Además, la coalición abertzale plantea abrir el debate a los agentes sociales.

En total, son tres los puntos a subrayar del planteamiento. En primer lugar, insta a una subida del Impuesto de Sociedades al considerar que actualmente existe “una política fiscal a la medida de las grandes empresas” debido a las deducciones y bonificaciones de las que se benefician. La hoja de ruta también propone recuperar el Impuesto de Grandes Fortunas que EH Bildu ya aplicó en Gipuzkoa cuando se hizo con las riendas de la Diputación. Por último, plantea combatir el fraude fiscal mediante la creación de un observatorio independiente.

SATISFECHOS CON EL CONGRESO En la primera reunión de la cúpula de la coalición todavía resonaban las campanas del congreso que ha culminado su refundación. Otegi quiso mostrar su satisfacción ante el proceso afirmando que “no se puede construir la casa común de la izquierda soberanista vasca de otra manera”. Pese a haber cosechado el apoyo de menos de la mitad de los inscritos, el coordinador general consideró “inapelable” su victoria. En esa misma línea, rechazó las críticas que ven falta de pluralidad en la conformación de la Mesa Política, integrada mayoritariamente por miembros de Sortu. “Los partidos hemos cedido una parte nuestra soberanía a la gente. Lo fundamental de ese tránsito es que ahora las decisiones las va a tomar la gente, que es plural”, zanjó.