MADRID - Al igual que el Gobierno español con la incomparecencia de la vicepresidenta, principal interlocutora con Catalunya, el PSOE prefirió no otorgarle demasiada entidad al anuncio de Puigdemont. El recién reelegido secretario general, Pedro Sánchez, evitó pronunciarse al respecto y lo dejó todo en manos del portavoz provisional en el Congreso. José Luis Ábalos abogó por buscar “un espacio de encuentro” antes del 1 de octubre “entre unos que insisten en cumplir la ley y otros que no”.

La postura socialista respecto a la cuestión soberanista sigue siendo el rechazo frontal al referéndum de autodeterminación. “No estamos de acuerdo. No aceptamos ese desafío. Nuestro límite es la legalidad”, exhortó Ábalos. Ferraz apuesta, en cambio, por una reforma constitucional de corte federal que “permita el encaje de la realidad de Catalunya como nación cultural”. El portavoz socialista, además, empujó a Puigdemont a aceptar la oferta de Madrid para acudir al Congreso de los Diputados a exponer su oferta. “La soberanía popular no puede permanecer al margen de una cuestión en la que se debate precisamente sobre esa soberanía”, expuso. - DNA