La situación del preso de ETA Ibon Iparragirre, enfermo de sida en un estadio muy avanzado, unificó ayer las posturas de todos los partidos del Parlamento Vasco, salvo el PP. EH Bildu promovió la aprobación de una declaración institucional que reclama la excarcelación del recluso de Ondarroa, que esta semana ha sido ingresado en el hospital Príncipe de Asturias aquejado de problemas respiratorios que podrían deberse a una neumonía. PNV, PSE y Elkarrekin Podemos suscribieron un texto que pide a “las autoridades competentes” que tengan en cuenta “la legislación estatal e internacional” que establece la liberación de “para aquellas personas presas que sufren graves enfermedades”. No la firmó el PP, y la declaración institucional no prosperó.
“Hemos cosechado un apoyo abrumadoramente mayoritario en este Parlamento, con los cuatro grupos principales. Sin embargo, igualmente abrumadora resulta la ausencia del PP, que ha impedido que esta declaración institucional pueda salir adelante”, señaló Arzuaga, para quien “resulta inaceptable” que este partido “todavía no pueda llegar a hacer una valoración en términos de legalidad y de humanidad en torno a una persona con una enfermedad grave e incurable, que precisamente por culpa del Gobierno del PP no puede acceder a la libertad, como es su derecho”.
En el texto que suscriben 66 de los 75 parlamentarios vascos se rechaza que “presos con enfermedades graves e incurables mueran bajo la responsabilidad de Instituciones Penitenciarias”, lo cual “no ayuda de ninguna manera a que se establezca la convivencia en este pueblo, sino a que se alimente el sufrimiento y la consternación”. EH Bildu, PNV, Elkarrekin Podemos y PSE hacen constar además su “preocupación” por la situación de Iparragirre, así como “mostrarnos a favor de su derecho a ser excarcelado para ser tratado y recibir cuidados paliativos que aminoren los sufrimientos que le generan su enfermedad incurable”.
Desde el Partido Popular, por su parte, se afirmó que el resto de grupos ni siquiera les trasladó el texto, aunque se añadió que no lo hubieran firmado porque son los jueces los que aplican la legislación penitenciaria, según informó la agencia Efe.
La movilización política en torno a Iparragirre se trasladó también al Congreso de los Diputados y al Senado. En la Cámara alta, el representante de EH Bildu Jon Iñarritu cursó una solicitud a la Defensora del Pueblo para que “investigue con carácter general la situación en la que se encuentran los presos gravemente enfermos y en particular la del preso Ibon Iparragirre”.
En el Congreso de los Diputados, ERC, PNV, Compromís y EH Bildu pidieron la comparecencia urgente del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ante la “extrema gravedad” del estado de salud del preso de ETA.