bilbao - La ponencia parlamentaria que busca un nuevo estatus de autogobierno para Euskadi acogió ayer dos nuevas comparecencias de expertos a petición de Elkarrekin Podemos. Tomaron la palabra la magistrada Garbiñe Biurrun, que estuvo a un paso de convertirse en la candidata a lehendakari del partido morado y declinó por cuestiones personales; y también intervino el sociólogo Imanol Zubero. Biurrun se acogió ayer a su faceta de ciudadana y opinadora para aclarar que no hablaba como jurista, y desde la libertad que le proporcionaba esa atalaya terminó ofreciendo un discurso detallado sobre su apuesta por una España federal, que pese al nombre se pareció muy poco al federalismo que defiende el PSOE. Biurrun propuso una España federal donde exista una relación bilateral (en pie de igualdad) entre el Estado y sus pueblos, y donde se aplique el principio de libre adhesión, de manera que sean esos pueblos quienes decidan si forman parte de España. En ese punto también detalló que la consulta tendría que realizarse entre los habitantes de ese pueblo, y no entre todos los ciudadanos del Estado.

La presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco no se mostró como una entusiasta de la vía unilateral, pero consideró factible realizar una consulta sin el aval del Estado, y opinó que tendría todas las garantías legales si la respaldase una mayoría parlamentaria. La magistrada acotó su análisis a la comunidad autónoma, y no a Nafarroa ni a Iparralde por “respeto” a estos territorios. El eje de su discurso fue la defensa del derecho a decidir en materia de autogobierno, pero también en asuntos económicos, fiscales y sociales. Rechazó el argumento de que la ley lo impide, y recordó que las normas se pueden cambiar.

Biurrun apostó por un “nuevo pacto constituyente” para instaurar una República y una “España federal de libre adhesión de sus pueblos, con soberanía compartida y bilateralidad absoluta”. “Este modelo sería mejor ahora que la independencia”, añadió. En ese esquema, los territorios tendrían la capacidad de decidir “libremente” sobre su permanencia en el Estado, y lo harían en una consulta con ese pueblo como único sujeto político. “A mí no se me ocurriría intentar aportar mi voto en una hipotética decisión de la ciudadanía catalana, gallega o andaluza sobre su futuro. Eso es algo que corresponde al pueblo que se tiene que expresar”, aclaró, para rechazar el argumento de que “debe ser toda la ciudadanía española la que se pronuncie”. Sus palabras llegan en un momento en que Rajoy esgrime como principal argumento para impedir la consulta catalana que no puede trocear la soberanía. Biurrun, por el contrario, recordó el referéndum escocés, donde solo participaron los escoceses y no el conjunto del Reino Unido.

Biurrun apostó por el pacto entre vascos y después con el Estado, aunque vio factible una consulta no amparada por el Estado y que reuniese todas las garantías legales. Defendió que un plebiscito a los ciudadanos de Euskadi o de Catalunya sobre el marco jurídico político tendría “todas las garantías legales”, aunque no estuviese “amparado por el Estado”. Aun así, se declaró sobrecogida y angustiada por el grado de enfrentamiento que han alcanzado Catalunya y el Estado, y dijo desconocer si la vía unilateral funcionará o acabará en vía muerta. La ponencia celebrará su próxima reunión el 14 de junio, con Arantza Campos y Alberto López Basaguren. Los grupos esperan cerrar la fase de comparecencias antes de septiembre. Será en otoño cuando comiencen a buscar coincidencias y a sentar las bases del nuevo estatus. En enero comenzaría la redacción del articulado.