madrid - 24 horas después del contundente triunfo de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE, la palabra unidad estaba en boca de la mayoría de los dirigentes socialistas, una apelación a la unidad que, sin embargo, no puede ocultar que el partido se desangra y que el nuevo PSOE que preconiza el secretario general electo tiene en frente a la vieja guardia y a la mayoría de los barones alineados con Susana Díaz, aunque ayer, una parte significativa de estos dirigentes territoriales como el valenciano Ximo Puig o el extremeño Guillermo Fernández Vara, comenzaron a modular su discurso sabedores del tremendo varapalo que se habían llevado.
La primera reacción de Susana Díaz tras ser consciente de su derrota no permitía pensar en que, tal como se ha asegurado por activa y por pasiva, en el PSOE el perdedor se pone a disposición del ganador. Fue una comparecencia rápida en la que, con el rostro descompuesto, puso en valor su victoria en Andalucía, la única federación que le apoyó, y no nombró en ningún momento a Pedro Sánchez. Ayer, tras una noche que se supone dura, la dirigente andaluza módulo su discurso y al llegar a Sevilla afirmó que “ahora, lo que hay que hacer es estar al lado de Pedro y arrimar el hombro, que es que lo que vamos a hacer los socialistas andaluces”. Eso, y adelantar el Congreso regional para evitar que los sanchistas, animados por los resultados de las primarias, tengan tiempo para organizarse y le den la batalla por el liderazgo del PSOE andaluz. A juicio de Díaz, lo importante es que “el PSOE sea cuanto antes la alternativa de gobierno que este país merece”.
Desde la otra parte, el bando ganador, también se hablaba de unidad, pero tampoco se perdió la ocasión de lanzar una puya, especialmente a los barones susanistas. La asturiana Adriana Lastra, que se ha mantenido fiel a Sánchez a lo largo de estos últimos meses, aprovechó una entrevista en Onda Cero para mandar un mensaje a los barones afines a Díaz, a quienes, a su entender, el triunfo de Sánchez les debe servir de lección. “Dejaron de representar a sus militantes y la lección es que, o empiezan a representar a sus compañeros o van a dejar de hacerlo”, aseguró. La frase, que sonó a amenaza, estuvo aderezada por otra afirmación que puede situarse lejos de la unidad que se pretende preconizar: “No sé que precio tienen que pagar, pero sí pediría que pidieran disculpas a la militancia”. Lastra tuvo también un recordatorio para los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, que “se equivocaron y no entendieron lo que estaba pasando en el partido”.
A la diputada, que fue una de las que mantuvo el ‘no’ en la investidura de Rajoy, no le extraña la dimisión de Antonio Hernando como portavoz del grupo socialista en el Congreso. Es más, a su juicio debía haber dimitido la noche del 1 de octubre cuando Sánchez dejó de ser el líder del PSOE.
Otra de las fieles de Sánchez, la aragonesa Susana Sumelzo, sin ser tan contundente como Lastra, tampoco perdió la ocasión para aconsejar a estos barones territoriales que “reflexionen” sobre algunas de las cosas que han dicho a lo largo de la campaña. La diputada, sin embargo, y sin olvidar lo sucedido, abogaba por “empezar un camino en el que hay que mirar hacia delante, pero teniendo claro que es lo que ha ocurrido para llegar hasta aquí”.
El valenciano José Luis Ábalos, al que muchos sitúan como el nuevo secretario de Organización del PSOE, y en sintonía con Sumelzo, afirmó ayer que “nadie tiene que sufrir ningún tipo de consecuencia” por la posición adoptada en las primarias, pero, al mismo tiempo, precisó que todo lo acontecido hasta la fecha exige una “reflexión”.
Saber ganar y perder Desde el otro bando, el de los perdedores, las posturas que parecían inflexibles antes de las elecciones del domingo, comenzaron a modularse. El expresidente Zapatero, que ha sido uno de los puntales de Susana Díaz en las primarias, pedía ayer “serenidad y reflexión” a todos los responsables socialistas. A juicio de Zapatero, la militancia ha dado a Sánchez “una segunda oportunidad” para construir la unidad en el seno del PSOE. Sobre el por qué se decantó en favor de Susana Díaz, apeló a la responsabilidad que desempeñó como presidente del Gobierno español para defender su postura. “Hay que saber ganar y perder”, recalcó.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, que ha sido uno de los barones que más se ha significado en su apoyo a la presidenta andaluza -el domingo antes de votar mostró a las cámaras la papeleta con el nombre de Susana Díaz- apelaba ayer a través de su cuenta de Twitter a la unidad: “Ya hemos elegido. Enhorabuena al nuevo secretario general, @sanchezcastejon. Ahora, como dije el sábado, a recuperar la concordia y la unidad”.
Por su parte, el secretario general del PSOE en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que hace semanas aseguró que veía difícil apoyar las decisiones de Pedro Sánchez si éste ganaba las primarias, ayer, sin embargo, le felicitó como “ganador” de las primarias a través de una “victoria rotunda y brillante”, y ofreció al nuevo máximo responsable de su partido a nivel estatal “toda” su “ayuda” y “disposición” en momentos que, a su juicio, exigen “generosidad para saber ganar” por parte de “unos”, y “humildad para saber perder” en “otros”.