PAMPLONA - El joven iruindarra Eneko Compains relató ayer ante la Audiencia de Nafarroa las torturas sufridas hace siete años durante el periodo que estuvo detenido incomunicado en dependencias de la Guardia Civil. Compains, que fue acusado de pertenencia a Ekin, volvió a prestar declaración a instancias del Tribunal Constitucional que ordenó reabrir el caso al considerar que tanto el Juzgado de Iruñea como la Audiencia de Nafarroa hicieron caso omiso en su día a la denuncia presentada por el joven.
En los exteriores del Palacio de Justicia, Compains denunció el “pacto de Estado” que ha amparado la tortura. “No se trata de un hecho realizados por cuatro guardias civiles, sino que ha existido un pacto de Estado, en el que han estado los gobiernos, que han permitido, cuando no promovido, que se torturase en aras de la eficacia; los jueces que han oído miles y miles de denuncias de torturas y han mirado a otro lado; y los medios de comunicación, en especial en el Estado español, que han callado una y otra vez no solo las denuncias de torturas, sino la de los organismos internacionales que ponían esta dura realidad encima de la mesa”, aseguró.
El joven navarro denunció también el tiempo transcurrido desde que sufrió las torturas hasta que le han tomado declaración. “Han tenido que pasar siete años hasta que me han tomado declaración. Con todos los respetos, es como si una mujer denuncia que ha sido violada y pasan siete años hasta que le toman declaración”, afirmó.
Compains instó a las instituciones a que reconozcan a las personas que han sufrido torturas. “Más de 5.000 ciudadanos vascos han sido torturados y las personas torturadas no somos víctimas de segunda o de tercera, somos víctimas y se nos debe lo mismo que a los demás: reconocimiento, reparación y garantía de no repetición”, señaló.
En este sentido, hizo un llamamiento al Gobierno de Nafarroa para que, en sintonía con el trabajo que lleva a cabo el Gobierno de la CAV, lleve a cabo una profunda investigación para certificar los casos de tortura que se hayan producido en la Comunidad foral. - J. Núñez