madrid - Tras varios pronunciamientos de las instituciones vascas y, fundamentalmente, del Parlamento, el debate sobre la política aplicada a los presos de ETA va a abrirse paso hoy en el Congreso de los Diputados con la votación de una moción propuesta por EH Bildu. En ella, la coalición abertzale pide al Gobierno español que tenga en cuenta la legislación vigente y alivie el padecimiento de los presos gravemente enfermos decretando su libertad condicional o su prisión atenuada. En este trámite, EH Bildu volverá a contar con el apoyo del PNV. No es algo novedoso, pero el voto a favor de los jeltzales proyectará la idea de que, a pesar de la reciente sintonía con el Gobierno español en materia económica y presupuestaria, sus posiciones siguen alejadas en materia de paz y convivencia. El PNV no ha renunciado a una nueva política en las cárceles aunque haya decidido dejar esa reivindicación al margen de las conversaciones presupuestarias por entender que sería contraproducente. Los jeltzales volverán a apostar hoy por una política más humanitaria y acorde a la ley.
La duda radica en la posición del PSOE. Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que la decisión no estaba tomada, pero la agencia Europa Press anunciaba ayer a la tarde que el voto será negativo. Esa posición entraría en abierta contradicción con el discurso del PSE en la comunidad autónoma. De confirmarse esa negativa que en distintos ámbitos daban ayer por segura, el socialismo optaría por alinearse con el PP en el primer debate sobre política penitenciaria tras el desarme de ETA.
EH Bildu reivindica “el derecho a la salud” y “el derecho a la dignidad” en un texto firmado por la diputada Marian Beitialarrangoitia. Pide a las autoridades españolas que, “en las decisiones a adoptar en fechas próximas sobre la situación penitenciaria de los presos gravemente enfermos”, tengan en cuenta “la legislación vigente, estatal e internacional”, que establecen mecanismos para una aplicación flexible de la política penitenciaria con “alternativas más favorables” para recibir un tratamiento digno, lo que pasa por concederles la libertad condicional o la prisión atenuada”. Esta petición llega poco después de que el Gobierno español respondiera al senador de EH Bildu Jon Iñarritu que el criterio para excarcelar a los presos es que tengan por delante menos de dos meses de vida. La ley abre la puerta a liberar a los presos enfermos, pero Madrid ha desarrollado este precepto y lo ha concretado en que haya una certeza de muerte. A los 21 presos enfermos solo les quedaría que un juez corrigiera el criterio de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior. El Gobierno español solo aparcaría el criterio de los dos meses si ETA se disolviera y los presos pidieran perdón.
El éxito de esta moción va a depender del voto socialista, la incógnita que mayor curiosidad despierta con vistas al Pleno de hoy. Fuentes del PSOE consultadas por este periódico no pudieron precisar su sentido de voto de manera oficial. El criterio del socialismo vasco está claro, porque ha defendido en repetidas ocasiones el acercamiento de los presos y una política más flexible con los enfermos. A finales de marzo, de hecho, se sumó a una propuesta impulsada en el Parlamento Vasco para pedir al Estado francés que respetara la ley en relación con los reclusos con padecimientos incurables. El PP fue el único que se desmarcó.
La moción de EH Bildu que se votará hoy es idéntica, pero la duda radica en qué posición adoptará la dirección federal de Ferraz. El PSOE ha mantenido un discurso más flexible y suyo fue el impulso a la vía Nanclares para conceder beneficios a los presos que rompieran con ETA. A los socialistas se les ha presumido todo este tiempo una postura más sensible, sobre todo por las gestiones que realizó el expresidente Zapatero en puertas del cese definitivo de la organización. En cualquier caso, el desenlace es una incógnita en unos tiempos convulsos para el PSOE, regido por una Gestora bajo presidencia asturiana pero con marcada influencia de la andaluza Susana Díaz. En ese contexto, Europa Press anunció ayer que el voto será negativo y que la propuesta decaerá con el rechazo de PP y PSOE. Esa decisión colocaría en una posición comprometida al socialismo vasco que, o bien rompe la disciplina de voto, o contradice su discurso en el Parlamento Vasco.
EL PNV MANTIENE SU CRITERIO La posición del PP ya se conoce, y la de Ciudadanos, que es idéntica. Unidos Podemos, por el contrario, comparte la visión de Bildu y el PNV. Fuentes jeltzales avanzaron a este periódico que votarán a favor y que sus discrepancias con Rajoy en el plano más político no se han superado. El partido de Ortuzar no tiene intención de renunciar a su apuesta por otra política penitenciaria, aunque tratará de encauzar su demanda en un ámbito de mayor discreción y en el seno de las conversaciones que tengan el lehendakari y el presidente Rajoy.