Bilbao - Nerea Llanos pugnará con Raquel González por dirigir el PP de Bizkaia. La portavoz parlamentaria de los populares en la Cámara de Gasteiz niega que sea la candidata oficialista en esta pugna y asegura que quiere un partido moderno y transparente y, sobre todo, con paredes de cristal.
Dos candidaturas para dirigir el PP vizcaíno y una llamada a la unidad por parte de Alfonso Alonso. ¿Hay posibilidades de lograr esa unidad?
- Puede haberla. Es verdad que ahora se llevan los procesos de primarias, pero también es verdad que en los procesos internos se acaba por desgastar al partido porque hablamos de lo nuestro y no nos dedicamos a hacer ofertas atractivas a los ciudadanos.
¿Quién debe ceder?
-Más que ceder es cuestión de ponerse de acuerdo. Y sobre todo en proyectos, programas y en lo que ofrecemos a los ciudadanos para que esa oferta le resulte la más atractiva y la más útil.
El junio es el Congreso, ¿hay opciones de llegar a esa lista única?
-Esperemos que podamos llegar a acuerdos.
¿Cuántas reuniones ha mantenido ya con Raquel González?
-Hemos tenido contactos con Raquel , pero no los voy a especificar porque luego estas cosas se frustran. Hemos tenido contactos, eso sí.
Se presumía que en el PP era difícil dar pasos para asumir responsabilidades, pero ahora en Bizkaia hay dos personas dispuestas a hacerlo.
-Es importante que los ciudadanos se impliquen en política. En estos momentos en los que la política está muy denostada, que los ciudadanos se acerquen a los políticos es bueno.
¿Qué diferencias hay entre su candidatura y la Raquel González?
-No creo que haya muchas diferencias. Yo sé lo que quiero hacer del partido en Bizkaia. Me presento porque creo que tengo capacidad, experiencia y una trayectoria política, y porque quiero llevar al partido a cotas más altas que las actuales. Mi objetivo es hacer un partido moderno y transparente. Un partido con paredes de cristal. Así, una de mis ofertas es hacer una Vicesecretaría del Ciudadano.
¿Le da envidia que en Araba y en Gipuzkoa no haya esa disputa por el liderazgo?
-Tanto Iñaki Oyarzábal como Borja Sémper van a aprovechar ese tiempo que nosotros dedicamos a hablar de la otra candidatura para hablar del partido y su oferta. En ese sentido es mejor la situación en Alava y en Gipuzkoa que en Bizkaia.
¿Le ha molestado que le tilden como la candidata oficialista?
-Esa verdad que Antón [Damborenea], cuando anunció que lo dejaba, dijo que era a mí a quien iba a avalar. Es verdad que yo he estado en la Ejecutiva, pero Raquel también. Pero debo dejar claro que tengo una visión distinta del partido, porque además creo que es necesario.
¿Tras la declaración de Damborenea esperaba que alguien diera el paso de disputarle la dirección del partido en Bizkaia?
- Cuando parecía que el problema era Antón y la continuidad de Antón, no parecía que pudiera haber otra persona. Ha surgido y ya está. No hay que darle más vueltas.
¿Cuál será el papel de Antón Damborenea?
- Va a seguir formando parte de la Ejecutiva, entre otras cosas porque es parlamentario. Tiene mucho que aportar al partido como otra mucha gente.
Raquel González incide mucho en la necesidad de salir a la calle. ¿El PP es un partido alejado de la calle?
-Yo he estado mucho en la calle atendiendo a la ciudadanía. Y estar en la calle es estar en los municipios, atender a las peticiones de las organizaciones del partido. Estar en la calle es una demanda que se ha hecho, pero ahora hay que hacerlo todavía más. Hay muchas formas de estar en la calle. No es solo estar detrás de una pancarta. Estar en la calle es atender las demandas de todos aquellos que te lo pidan. Insisto, no creo que no se haya hecho, pero ahora hay que hacerlo mucho más.
Además, hoy en día las condiciones son diferentes y permiten al PP estar en la calle.
-Es por eso que uno de los objetivos debe ser tener las sedes a pie de calle. Que tengan muy fácil el acceso. La situación que desgraciadamente vivimos con ETA, que intentó imponer su dictadura, nos puso las cosas muy difíciles. Muchas veces el ciudadano tenía temor a acercarse a este partido. Eso, afortunadamente, ha cambiado y va a hacer que sea mucho más fácil mantenernos en contacto con los ciudadanos sin tener que hacerlo casi a escondidas.
Antes ha hablado de transparencia, ¿hasta qué punto le condiciona los casos de corrupción que salpican al PP?
-Quiero hacer un partido transparente en el que se pueda conocer cómo es el funcionamiento económico. Como he dicho muchas veces, mi intención es que el partido tenga las paredes de cristal, a la vista de toda la ciudadanía. Es evidente que casos de corrupción los ha habido en todos los partidos. A mí me duele como política que haya corrupción, pero lo que más me duele es que haya corrupción en mi partido. Estamos aquí para servir a los ciudadanos y no para llevárnoslo a casa. Como quiero que del PP de Bizkaia dirigido por mí no se tenga ni la más mínima duda de su comportamiento, voy a ser absolutamente transparente.
¿Cómo le sentó que Sortu se manifestara a las puertas de su sede denunciado la corrupción?
-Me pareció toda una teatralización. Lo que no están consiguiendo en el Parlamento Vasco, porque no están en las decisiones importantes como en los Presupuestos, lo quieren conseguir a través de actos como el que hicieron ante nuestra sede. Además, me parece que EH Bildu, que sigue sin condenar la trayectoria de ETA, sin condenar todos los asesinatos, los secuestros y las acciones que ha hecho la banda terrorista, no tiene legitimidad para venir a acosar a nadie. Lo primero que debería hacer es condenar ese pasado de terrorismo.