GASTEIZ - Algo tendrá la Línea de Alta Velocidad vasca cuando el presidente de la Diputación de Teruel se encuentra de viaje estos días por Euskadi para sumar los apoyos de las instituciones al pinchazo del trazado de la Y hacia el Mediterráneo, pasando -claro está- por la provincia aragonesa. Más ahora cuando este tramo del Corredor Cantábrico ya tiene un compromiso oficial de ejecución integral por parte del Gobierno español. Aquellas “lagunas” a las que hace un mes se refería Iñigo de la Serna, ministro de Fomento, para referirse a los parones y retrasos acumulados en esta infraestructura -calificada como prioritaria desde hace años por la Unión Europea-, quedan solventadas tras el acuerdo rubricado ayer.

Once años después de aquel primer tajo para la construcción de la plataforma sobre la que circularán las unidades ferroviarias de altas prestaciones -con servicio mixto, de pasajeros y de mercancías- el TAV obtenía el salvoconducto definitivo. Ahí, en negro sobre blanco, están ya dispuestas y organizadas las obras, los dineros y los tiempos para cumplir con los tramos todavía pendientes del ramal Gasteiz-Bilbao y, básicamente, con el punto neurálgico de toda la Y vasca: el nudo de Bergara, el eje que conecta el trazado guipuzcoano con los de Bizkaia y Araba, cuyas trabajos volverán a ser licitados, en principio, este verano.

Ya avanzaba hace unas semanas el ministro De la Serna -tras los numerosos encuentros mantenidos con la consejera de Infraestructuras, Arantxa Tapia- que “damos un paso de gigante para llevar la alta velocidad al País Vasco” y que “el acuerdo es razonable”. Así ha sido finalmente los jeltzales han conseguido arrancar la promesa en “firme” y “definitiva” del Ejecutivo español con la Línea de Alta Velocidad ferroviaria. Ya está firmado el “cronograma completo” de inversiones con el compromiso de que la Y vasca esté operativa en 2023 -según se había comentado en los últimos tiempos- y finalizada la conexión con territorio francés en 2025, aunque antes se hará de forma provisional a través de un tercer carril en la línea ferroviaria convencional a través del ramal de Irun.

vitoria Ese cronograma detalla por ejemplo la previsión ya avanzada aunque todavía por concretar al detalle de la entrada del TAV en Gasteiz. Así, dentro del ramal Vitoria-Bilbao, se incluye por ejemplo un epígrafe de “accesos a Vitoria, soterramiento y conexión este”, que incluye un presupuesto previsto de 260 millones de euros. En marzo, en una reunión entre ambas administraciones en el Ministerio de Fomento, ya se concretó la llegada soterrada de los convoyes de Alta Velocidad con la entrada a través de un túnel hasta la nueva estación, soterrada también, que se contempla edificar en la zona entre la calle Dato y la plaza Green Capital, junto al Iradier Arena.

El cronograma confirma los plazos entre 2017 y 2018 para las fases de tramitación y licitación, de manera que la fase de proyecto se abriría durante 2019 y que las obras pudieran arrancar en 2020, aunque el propio calendario advierte de que las fechas son orientativas en función de la tramitación. También se establecen plazos para la conexión del tramo Burgos-Vitoria, con 2020 como horizonte para el inicio de la obra, que se prevé concluya en otoño de 2022 en lo que a su plataforma se refiere, aunque lo relativo a vía, electrificación y señalización se prevé finalice a mediados de 2023

Enlace a navarra Otro de los puntos negros que también han quedado despejados es el del enlace con Nafarroa desde la estación prevista en la localidad guipuzcoana de Ezkio-Itsaso. Antes del próximo mes de junio se aprobará la Adenda al Convenio de Encomienda para su construcción. Las obras arrancarán en octubre del año 2018, tendrán un plazo de ejecución de 12 meses y un presupuesto estimado de 4,1 millones de euros. En todo caso, tal y como advirtieron ambas partes negociadoras, el año está ya lanzado y con el verano de por medio “por lo que durante este ejercicio no se podrá adelantar mucho pero sí retomar las obras que estaban paradas en todos los tramos”.

3.380