bilbao - Los gobiernos español y vasco no han conseguido llegar a un acuerdo sobre la Ley de Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Era una de las leyes vascas que se encontraban en el alambre porque Madrid quería llevarla al Tribunal Constitucional. El Gobierno español considera que los extranjeros residentes en la comunidad autónoma no pueden participar en la elaboración de leyes por mucho que su situación sea legal, y esta discrepancia no se ha podido limar en la Comisión Bilateral en las últimas semanas ni tiene visos de hacerlo en las próximas horas antes de que mañana expire el plazo para negociar. Sin embargo, fuentes de ambos gobiernos confirmaron a DNA que no se va a presentar un recurso en el tribunal. Es un gesto de voluntad política por parte de Madrid, que ha decidido zanjar el asunto a pesar de que no haya acuerdo. Algunas fuentes del Gobierno español no descartan un pacto sobre el fondo del asunto, aunque desde Euskadi aseguran que no hay nada y que todo apunta a una decisión política para retirar el recurso. En cualquier caso, con independencia de que hubiera acuerdo o no, es todo un síntoma que se haya anunciado de antemano que no habrá recurso. Con ello, Madrid evita el enfrentamiento con el PNV, cuyo apoyo necesita para aprobar los Presupuestos estatales.

La situación a la que se ha llegado en las últimas horas es idéntica a la que afectó a la llamada Ley de Adicciones. En ese caso, tampoco hubo acuerdo y el Gobierno Vasco pidió a Madrid que adoptara la decisión política de no recurrir. Sin embargo, el Gobierno español desoyó su petición y acudió a los tribunales porque entendía que la norma mencionaba palabras mayores al abrir la puerta a la regulación de los clubes de cannabis. Por lo visto, en relación a la ILP, ha valorado que puede convivir con esa discrepancia y que no tiene tanto alcance. No obstante, desde el Gobierno Vasco no ocultan que esta decisión puede tener que ver con el nuevo clima y con que “nadie entendería” un recurso cuando pretende el apoyo del PNV a los Presupuestos estatales.

En ese sentido, detectan un cambio de actitud de Madrid, que en las últimas semanas ha pactado el acceso del tren de alta velocidad a las tres capitales de la comunidad autónoma, la Variante Sur Ferroviaria y, sobre todo, la retirada de los recursos contra las convocatorias de empleo de la Ertzaintza. No obstante, pintan bastos en la negociación de la ley que busca reparar los abusos policiales sufridos entre 1978 y 1999. El Gobierno Vasco se tomaría como una agresión que materializara su recurso, pero lo desliga de las negociaciones presupuestarias que lleva el PNV.

Por un lado, el plazo para negociarla termina el 10 de mayo y no coincide exactamente con los tiempos de las enmiendas a la totalidad, y además el PNV aclara que la retirada de los recursos es un punto de partida para mejorar las relaciones, pero la negociación presupuestaria irá por otros derroteros que tienen que ver con con actuaciones contantes y sonantes como las ya citadas inversiones en el tren de alta velocidad, la Ertzaintza, el Cupo, la tarifa energética aplicada a las empresas vascas, y otras cuestiones de mayor alcance político sobre el autogobierno. El Cupo será la clave.

La Ley de ILP fue aprobada por todos los grupos del Parlamento Vasco, incluido el PP. Estaba encaminada a facilitar que los ciudadanos remitan proyectos al Parlamento y puedan participar en la elaboración de las leyes. Desde el Gobierno vasco aseguran que no hay acuerdo, pero añaden que los letrados de Madrid han comunicado a los vascos que no van a recurrir. “Es una decisión que nos parece perfecta. Lo importante es que no haya recurso”, valoraron las mismas fuentes. Si hubiera acuerdo, sería obligatorio llevarlo al Tribunal Constitucional y publicarlo en el Boletín Oficial del País Vasco. Algunas fuentes del Gobierno español no lo descartaron.

RAJOY REBAJA SU OPTIMISMO Rajoy, por su parte, se pronunció ayer sobre las negociaciones presupuestarias y rebajó el tono de optimismo que le había reprochado el PNV cuando dio por sentado su apoyo. Ayer dijo que las negociaciones con los partidos van a extenderse hasta finales de mayo y, sobre el caso concreto del PNV, dijo que “todo lleva su tiempo”. “No entremos en detalles”, añadió.