Barcelona - El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, planteó ayer tres posibles preguntas para el referéndum independentista con el que el Govern confía en romper amarras con el Estado español. “¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente?”, “¿Quiere que Catalunya sea una república independiente?” y “¿Quiere que Catalunya continúe formando parte de España?” serían las opciones que propone Puigdemont para el referéndum. Así lo afirmó, al menos, en una entrevista ofrecida al canal Al Jazeera durante su reciente viaje institucional a los Estados Unidos.
Son solo “un ejemplo”, evidenció Puigdemont durante la entrevista para no dar más alas a las voces que apuntan que la Generalitat estaría inmersa en los preparativos del plebiscito soberanista. “¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente? Sí o no, por ejemplo; ¿Quiere que Catalunya sea una república independiente? Sí o no; ¿Quiere que Catalunya continúe formado parte de España? Sí o no, depende”, contestó cuando fue cuestionado directamente por las formulaciones que podrían incluir las papeletas del referéndum. El president tuvo que matizar que “nada está cerrado” todavía, pero insistió en que la formulación de la pregunta “no tendrá ninguna confusión posible”.
Puigdemont aseguró que el cariz que tome el procés dependerá de si su Govern llega o no a un acuerdo con el Gobierno de Rajoy -a pesar de que Moncloa viene señalando por activa y por pasiva que taponará todas las vías posibles a la consulta- para hacer el referéndum y explicó que para ello su Ejecutivo está dispuesto a ponerse de acuerdo en torno la pregunta. “Es perfectamente constitucional hacer la pregunta”, sostuvo, aunque también la ligó con la “voluntad política” que pueda mostrar Madrid. “No tenemos otra manera de resolver el conflicto que votando”, puntualizó.
El president continúa reivindicando la vía escocesa como instrumento óptimo para solucionar el conflicto político al agregar que “lo que vale para Escocia vale para Catalunya”. “Aún no hemos perdido la esperanza de que haya lo que llamamos seny -sentido común- en la política española”. No en vano, atisba un cambio de postura del Estado en las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, según las que, “de entrada”, España no vetaría una hipotética solicitud de ingreso escocesa en la UE tras el Brexit y en caso de que los partidarios de la independencia se impongan a los contrarios en una consulta y opten por integrarse en la Unión Europea. Sin embargo, y cuestionado sobre un posible paralelismo de Escocia con Catalunya, Dastis subrayó en una entrevista en El País que, mientras que “el caso escocés fue “un referéndum de acuerdo con las leyes”, en España “no puede haberlo de acuerdo con la Constitución; si se modificara la Constitución, ya lo veríamos. No creo que sean comparables”. - DNA