madrid - Aunque la presidenta andaluza no vaya a anunciar oficialmente su candidatura hasta el próximo día 26, a efectos prácticos en el PSOE ha comenzado la batalla a tres bandas: Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López ya están en la carretera y encadenan actos por toda la península. Ayer, Sánchez intervino en Granada y optó por polarizar el debate entre el proyecto que él encabeza y el de la Gestora. “Candidatos podrá haber muchos pero proyectos de partido hay dos”. Uno, el de “la Gestora y quienes apoyan a la Gestora”, que a juicio del ex secretario general son los partidarios de la abstención a Rajoy. Otro, el suyo, que busca un partido “de izquierdas y creíble” que se sustente en la militancia.
Díaz, por su parte, se desplazó hasta Cartagena como parte de su precampaña y centró su discurso en avanzar hacia la unidad del partido, para lo que considera necesario un “liderazgo fraternal”. La presidenta de Andalucía no entró sin embargo en el cuerpo a cuerpo con Pedro Sánchez y evitó lanzar mensajes o propuestas de calado, que reserva para la puesta de largo de su candidatura el próximo domingo.
Todo lo contrario que Sánchez, que, ante un millar de simpatizantes y en el feudo de su principal rival, apostó por la confrontación directa con Díaz e intentó dejar fuera de plano a López, que encarna la tercera vía entre el sanchismo y el susanismo. Así, la estrategia del ex secretario general para lograr la victoria pasa por aunar en torno a su candidatura a todos los críticos con el rumbo de la Gestora y difuminar el proyecto del exlehendakari, que en los últimos meses le ha robado algunos importantes apoyos.
Sánchez defendió ayer que el hecho de haber abandonado “todos” sus cargos institucionales “para defender la credibilidad del proyecto socialista” le convierte en el candidato de los militantes de base que, “con la fuerza del voto”, llevarán el “cambio” al PSOE. El antiguo líder pidió además que el debate durante el proceso interno se haga “sin subterfugios” y “siempre con respeto”, y que desemboque en una unidad real. “El día después de las primarias, todos detrás de nuestro secretario general, unidos para ganar a la derecha”.
El proyecto del ex secretario general, que está cosechando un gran éxito de asistencia en los mitines en los que interviene, pasa por devolver al PSOE a la izquierda en el tablero político, una “senda que nunca debió perder”. Por ello, lamentó que “a algunos compañeros y compañeras les resulta hasta incluso difícil decir que somos un partido de izquierdas”. Para Pedro Sánchez, el situarse en la izquierda no significa renunciar a las victorias electorales: “No renunciamos a lo que siempre nos hizo ser un partido ganador”. Sin embargo, sí cree que el discurso socialista debe renovarse para lograr el cambio político. “No valen para España las soluciones de hace 35 años, y tampoco para el PSOE. Siempre hemos sabido entender que la transformación y la adaptación a las sociedades a las que servimos son esenciales para reafirmar el espacio socialdemócrata, que es mayoritario”, argumentó. En esta línea, opina que es perjudicial mirar en todo momento al pasado, “porque nos quedamos sin futuro”.
Pedro Sánchez recordó asimismo que el partido que él lideró hasta que fue derrocado el pasado otoño contribuyó a que se formaran “gobiernos del cambio”, en contraposición al sector que quiere “un PSOE subalterno a la derecha” y una fórmula de gran coalición, que “no ha servido para frenar a los populismos ni a la ultraderecha” en Europa. Sánchez defiende un “proyecto autónomo” que, mediante “el poder de los militantes”, evite que el PSOE sea instrumentalizado por la derecha. Entre las propuestas escoradas a la izquierda del candidato socialista está la revisión de los acuerdos con el Vaticano que la religión deje de ser una asignatura evaluable en la enseñanza.
PRECAMPAÑA DE DÍAZ Susana Díaz, por su parte, hizo ayer en Cartagena un llamamiento a la unidad interna en el PSOE para avanzar hacia un partido en el que la palabra que lo vertebre sea la de “compañero”. Durante este acto, que supuso la apertura de su precampaña para liderar la formación (pese a que esperará hasta el 26 de marzo para presentar su candidatura oficialmente en Madrid), Díaz expresó que desde que se anunció que presentará su lista a la secretaría general vive el proceso con “ilusión y alegría”, así como con “ánimo y fortaleza”. La presidenta andaluza cree que “cuando el PSOE no está bien, España lo nota”, por lo que aboga por “seguir avanzando y cambiando” la política española con un partido “reformado y transformado”.
Díaz estuvo arropada por regidores socialistas de la región de Murcia, como el secretario general, Rafael González Tovar, y la presidenta de la Asamblea regional, Rosa Peñalver; así como por unos 600 militantes y simpatizantes. Según manifestó la presidenta andaluza, el PSOE “tiene que salir a ganar y ser un partido de mayorías”, sin conformarse con ser solo “la primera fuerza por la izquierda”, por lo que tiene que evitar que lo acomplejen otras fuerzas políticas.