gasteiz - Aunque ayer Mariano Rajoy acudió a Euskadi, “muy honrado”, para arropar a Alfonso Alonso en su elección como presidente del PP vasco, sí aprovechó la oportunidad para lanzar una serie de mensajes en clave estatal, y así, dio un toque de atención a la oposición en el Congreso por haberse negado a acatar el fallo de los tribunales europeos en torno a los estibadores, anunció el advenimiento de la era de los pactos, defendió las medidas adoptadas por su Gobierno en la crisis y pidió “un mínimo de estabilidad” a la oposición, que critiquen al Ejecutivo, pero que actúen “con responsabilidad y en defensa de los intereses nacionales”. Rajoy gobierna en minoría y tiene que recabar apoyos para aprobar sus Presupuestos, pero siente que otros se encuentran en una situación más difícil, a tenor de su advertencia: “Espero que todos lo hayan entendido”, afirmó.

Por otro lado, Rajoy apeló a su habitual llamamiento al patriotismo para dejar otro mensaje, en este caso en torno a un proyecto europeo en franca crisis. “Me parece necesario que habléis bien de España, y hablad bien también de Europa; es la mejor región del mundo, es democracia, libertad, derechos humanos, es la primera potencia económica del mundo, donde más se atiende a la gente”, enfatizó Rajoy, que en clave vasca felicitó a Alfonso Alonso, “un excelente ministro”, y reclamó a la militancia “unidad bajo su liderazgo”.

Además, se felicitó por la recuperación electoral del PP en el Estado una vez que, afirmó, se han dejado notar los efectos de las medidas que tomó su Gobierno. “Tomar decisiones nos costó apoyos, pero los estamos recuperando porque cuando se actúa en serio se recogen resultados”, señaló.

El presidente del Gobierno español recordó cuando participó en la “difícil, bonita y exitosa” campaña electoral de las autonómicas de 1990, cuando el PP logró acceder al Parlamento Vasco; y felicitó a la formación por su trayectoria en la CAV. “Vuestra fortaleza ha sido un factor decisivo para que las cosas se vayan normalizando en el País Vasco”, afirmó Rajoy.