madrid - Los sucesivos intentos llevados a cabo en los últimos cinco años por parte de ETA para su desarme han sido abortados por la vía policial o bien han tenido consecuencias judiciales inmediatas, siempre por impulso de los Estados español y francés. Ayer, sin embargo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy exhibió una inusual prudencia a la hora de valorar el anuncio de la entrega de las armas, “unilateral e incondicional”, con fecha límite el 8 de abril. El otro gran implicado, por encontrarse la mayoría de zulos y arsenales de la banda en su territorio, el Gobierno francés, mantuvo por su parte un silencio sepulcral; ello deja las opciones abiertas para lo que pueda deparar este proceso en las próximas semanas.
El presidente español le tomó incluso la palabra al grupo armado y aseguró: “ETA ha decidido, así lo ha dicho, desarmarse unilateralmente. Que lo haga y de paso, que se disuelva”. En una brevísima intervención durante el 16 Congreso del PP de Madrid, agregó que “el Gobierno de España lo que hará es lo que ha hecho siempre, aplicar la ley, igual para todos”. Ya por la mañana, el portavoz del Ejecutivo popular, Iñigo Méndez de Vigo, tiró de manual e instó a ETA a “desarmarse y disolverse”. Defendió además que el gabinete de Rajoy “no ha variado su posición ni un centímetro desde hace seis años”.
El mismo perfil bajo mantuvieron otros miembros del Ejecutivo y del PP como la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, quien subrayó que lo que tiene que hacer ETA es disolverse “de una vez” y demostrar así su declaración de intenciones. La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, deseó que “ojalá la desaparición de ETA sea total”. En declaraciones realizadas en Roma, aseguró que “como la inmensa mayoría de los españoles, lo que queremos es paz en nuestro país. Lo que hemos defendido siempre es la memoria de las víctimas y que no vuelva a ocurrir en España algo tan lamentable”.
Tampoco el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, exhibió la contundencia inherente a su cargo, y ayer opinó que “después de cinco años han tenido tiempo más que suficiente” para el desarme y que “si no lo han hecho hasta ahora es porque pretendían conseguir algo a cambio”. “Es evidente que no lo han conseguido por la firmeza de la política antiterrorista del Gobierno”, añadió en el marco de unas jornadas sobre ciberseguridad celebradas en Málaga, por lo que el “verdadero desarme” de ETA es el logrado por las FSE “en colaboración leal con las autoridades francesas”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, fue un poco más lejos en su valoración y saludó sin ambages el anuncio de ETA, afirmando que si se confirma la entrega de las armas sería “un éxito de la democracia” y supondría “prácticamente el último paso” para su completa desaparición. “Si así ocurriera es una magnífica noticia para la democracia y para España después de todo el sufrimiento que ha provocado a lo largo de tantos años, con tantas víctimas”, dijo a su llegada al Congreso Regional del PP de Madrid, donde este fin de semana será proclamada presidenta de la formación. “Queremos la disolución pero la entrega de las armas era un paso previo”, enfatizó Cifuentes, que felicitó además a “todos los españoles y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que durante tantos años han peleado de manera incansable contra la banda”.