La ponencia parlamentaria que busca un nuevo estatus de autogobierno para Euskadi se reunió ayer para arrancar sus trabajos, pero todo apunta a que los primeros meses de su actividad serán muy tranquilos y transcurrirán entre comparecencias de expertos, peticiones de informes y, sobre todo, la presentación de la propuesta de Elkarrekin Podemos, la coalición que ha irrumpido en el Parlamento Vasco y está elaborando un documento detallado sobre el nuevo estatus. Aunque todavía no se ha cerrado un acuerdo sobre los plazos, lo que nadie discute ya es que los partidos no entrarán en harina hasta después del verano. A partir de ahí, las propuestas divergen en método y contenido. Lo que quedó claro ayer es que PNV y EH Bildu son partidarios de una consulta habilitante. Cuando el Parlamento apruebe el articulado del nuevo estatus, quieren someterlo a votación entre los vascos antes de llevarlo al Congreso de los Diputados. El objetivo es que en Madrid vean el apoyo que despierta el nuevo estatus y se vean obligado a negociar, aunque en última instancia EH Bildu ha estado planteando la vía unilateral al margen de lo que diga el Estado.

La propuesta de la consulta habilitante figura en el documento que registró el PNV en la ponencia durante la pasada legislatura. Es un punto que no comparten los socialistas, sus socios en el gobierno de coalición. Desde el grupo parlamentario jeltzale están convencidos de que este desencuentro no va a abrir ninguna brecha en el pacto, porque los dos partidos acordaron darse libertad en el debate del nuevo estatus para que cada uno defendiera sus posiciones. La consulta habilitante volvió a ser noticia ayer. Por un lado, EH Bildu la hizo suya, aunque añadió presión al pedir que se produzca esa votación en otoño de 2018. Joseba Egibar recordó que su partido ve conveniente que el estatus sea sometido a una consulta habilitante antes de su tramitación en las Cortes estatales, y añadió que no cree que ese punto sea “un laberinto”. Elkarrekin Podemos es la otra bancada del Parlamento que es proclive a las consultas y el derecho a decidir, aunque todavía no ha fijado posición sobre este plebiscito concreto. En el debate del estatus, pondrá el acento en cuestiones sociales.

los plazos Elkarrekin Podemos, como nuevo partido en el Parlamento, parte de cero. Por lo tanto, ayer propuso un total de nueve comparecientes, entre los que figuran la magistrada Garbiñe Biurrun, quien estuvo a punto de ser su candidata a lehendakari pero que terminó declinando; y Roberto Uriarte, su exsecretario general. La sorpresa puede venir del flanco de los socialistas y EH Bildu porque, a pesar de las comparecencias registradas en la pasada legislatura y de que esa fase se diera por cerrada, van a pedir más. Los socialistas, como ya adelantaron, han propuesto al catedrático de Derecho Constitucional, Alberto López Basaguren; y a la magistrada saliente del Tribunal Constitucional, Adela Asúa. También han pedido un informe al Gobierno Vasco sobre las transferencias pendientes. EH Bildu no quiere adelantar la identidad de su compareciente hasta atar su asistencia, y ha pedido otro informe sobre políticas públicas. El PNV no presentará más solicitudes porque entiende que ya ha aportado todo lo que debía poner sobre la mesa. El PP tampoco, aunque sus motivos son otros y no cree que sea necesario buscar un nuevo estatus.

En una primera fase, hasta el verano, la ponencia se centrará en acoger las comparecencias. Se reunirá cada dos semanas, con un ritmo aproximado de dos intervenciones de expertos por día. En concreto, la próxima cita tendrá lugar el día 29, cuando tendrán lugar dos comparecencias aún por fijar. Egibar aseguró que será a partir de septiembre cuando empiece el trabajo político para sentar las bases del acuerdo. Calcula que esa fase podría quedar cerrada cuando acabe el año. El debate entre los grupos gira en torno a los conceptos de bilateralidad (una relación de igual a igual con España para evitar que vulnere sistemáticamente las competencias vascas), derecho a decidir, el federalismo que proponen los socialistas, las competencias pendientes que aún figuran en el Estatuto (como las prisiones y la gestión del régimen económico de la Seguridad Social), y un largo etcétera. En este punto cabe recordar que la ponencia ha sido reactivada en esta legislatura con un acuerdo entre PNV, Elkarrekin Podemos y PSE en el que apuestan por atender la voluntad ciudadana y, al mismo tiempo, respetar el ordenamiento jurídico, un último punto que recalcó ayer el socialista José Antonio Pastor.

A finales de año, cuando se llegue a un acuerdo sobre las bases, esos pilares servirían para redactar el articulado del estatus, una tarea que Egibar adelantó ayer que no se encargará al Gobierno Vasco. Lo que sí apuntó es que la redacción del proyecto será un proceso participativo. “Entendemos que se deberá propiciar la divulgación de la propuesta de bases y la participación ciudadana”, dijo. Fuentes parlamentarias aseguran que ese proceso participativo sería similar al que se sigue en la elaboración de otras leyes, con un periodo de alegaciones entre los agentes implicados.

Ese articulado volvería al Parlamento con la forma de una proposición de ley, y tendría que obtener el aval de la Cámara. Egibar cree que podría estar tramitándose a la altura de otoño de 2018. Es justamente en esa fecha cuando EH Bildu cree que debería realizarse la consulta habilitante, aunque Egibar pidió ayer no ubicar el foco de interés en el calendario, sino en el proceso. Abogó por alcanzar el mayor consenso posible, aunque sin admitir vetos. PNV, PSE y EH Bildu coinciden en todos los plazos, salvo en la mención a otoño para la consulta.

La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, pidió ayer celebrar en otoño de 2018 una consulta habilitante “para que, antes de negociar nada con el Estado español, sean los hombres y mujeres de este país los que den el visto bueno a ese texto”. Sin embargo, la coalición está dispuesta a ser “flexible” con los plazos. Bildu ha estado defendiendo todo este tiempo la vía unilateral, y ahí choca con el PNV.