bilbao - La Audiencia Provincial de Bizkaia acogerá, a partir de mañana, el juicio contra cuatro guardias civiles por presuntas torturas a Sandra Barrenetxea, cuya abogada pide 19 años de prisión para cada uno de los acusados por diversos delitos de agresión sexual, torturas y lesiones.
La sección primera de la Audiencia Provincia de Bizkaia juzgará entre los días 14 y 16 de marzo a algunos de los guardias civiles que tomaron parte en un operativo policial en Bilbao en 2010 en el que fueron detenidas nueve personas por pertenecer a la organización Ekin, tras la denuncia de torturas sufridas en el periodo de incomunicación por parte de Barrenetxea, una de las arrestadas.
La Guardia Civil desarrolló la operación, que se saldó con nueve detenidos, días después de que ETA anunciara el alto el fuego, y el Ministerio del Interior aseguró entonces que los arrestados, entre ellos Barrenetxea, ayudaban a terroristas huidos de la justicia y se encargaban de la “trasmisión de directrices y documentos de ETA al resto de organizaciones de la izquierda abertzale”.
La Fiscalía no estará presente en el juicio al entender que no hubo delito en la actuación de los agentes, por lo que el proceso se asienta sobre la acusación particular que representa los intereses de Barrenetxea, quien denunció haber sido torturada durante tres días tras su arresto. La representación de Barrenetxea, que será ejercida por Jone Goirizelaia, reclama 19 años de cárcel para cada uno de los cuatro guardias civiles que serán juzgados: 10 por agresión sexual, 6 por torturas y 3 por lesiones.
Barrenetxea denunció que fue despojada de su ropa en el trayecto entre Bilbao y Madrid, donde fue juzgada en la Audiencia Nacional, y que fue trasladada desnuda de cintura para arriba. Además, señaló que recibió golpes e insultos así como tocamientos en los pechos. Según su relato, un guardia civil llegó a arrancarle los pantalones mientras que la obligaba a que abriese las piernas. También denunció que fue obligada a permanecer en bragas durante los interrogatorios policiales y con amenazas de que iba a ser violada. - DNA