donostia - La red ciudadana Sare considera un paso adelante la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, de conceder a la presa de ETA Sara Majarenas el segundo grado penitenciario y su traslado a una residencia de una organización humanitaria para que pueda vivir con su hija Izar, de tres años, que hace dos meses fue brutalmente acuchillada por su padre.
El portavoz de Sare Joseba Azkarraga reconoció ayer que la decisión judicial de que la reclusa cumpla lo que le queda de pena en un centro de acogida junto a la menor es “positiva”. No obstante, negó que exista una “actitud benevolente o exquisita desde el punto de vista democrático por parte de las autoridades judiciales” ya que, según recalcó, Majarenas -que ha cumplido en prisión doce de los trece años de condena- tendría que estar en libertad desde el cumplimiento de los dos tercios o las tres cuartas partes de su condena”. - Efe