madrid - El secretario político de Podemos, Iñigo Errejón, advirtió ayer que “una parte del nuevo entorno” del secretario general, Pablo Iglesias, no le querría ver “en posiciones tan relevantes como estaba antes”. Errejón se alinea así con las declaraciones efectuadas por uno de los cofundadores, Luis Alegre, quien no dudó en acusar a dirigentes como Irene Montero, Rafa Mayoral o Ramón Espinar, instalados en el núcleo duro del líder, de maniobrar para conducir al proyecto “a la destrucción”.
Errejón no fue tan duro, pero recordó un episodio que generó un intenso terremoto en el partido. Se trata de la campaña cibernética con la etiqueta “#IñigoAsíNo” del día de Nochebuena, en la que tomaron parte distinguidos pablistas como Montero, Echenique o Espinar. En una entrevista a Radiocable, el número dos aseguró además que no comparte “todas las últimas decisiones” adoptadas por ese “entorno” de Iglesias. Esas medidas son “un alejamiento de la hoja de ruta inicial de transversalidad”, apuntó, en un momento en que el partido de los círculos no puede instalarse “en el espacio cómodo pero insuficiente de la izquierda tradicional y exclusivamente de protesta”.
“Barbaridades” La cercanía de Vistalegre II, que este fin de semana despejará cúales serán las nuevas estrategias políticas y organizativas del partido y la composición del Consejo Estatal, está incrementando el intercambio dialéctico entre los dos sectores con más opciones de capitalizar el futuro de Podemos. En este contexto, la jefa de gabinete de Iglesias, Irene Montero, respondió a las críticas de Alegre tildándolas de “barbaridades”. - DNA