MADRID - El secretario político de Podemos, Iñigo Errejón, insistió ayer en que el congreso refundacional del fin de semana próximo no debe enclavarse en un “duelo a vida o muerte” entre su figura y la del secretario general, Pablo Iglesias. Ambos aspiran a marcar el rumbo organizativo y político del partido morado tras Vistalegre II, que es “lo que está en discusión”, pero Errejón no concibe esa pugna ideológica como una batalla por el liderazgo. Su postura choca con la mantenida por el bando pablista, que sigue advirtiendo de que el congreso ciudadano estatal también dilucidará quién debe de encargarse en llevar las riendas del partido en el futuro.

En cabeza de su propia candidatura -Recuperar la ilusión- al Consejo Ciudadano Estatal y con sus propias propuestas organizativas, políticas, éticas y de igualdad pero sin entrar a disputar la secretaría general, Errejón defendió la unidad del “tándem” que conforma con Iglesias por haber dado tan buen resultado para un partido que en tan solo tres años ha amasado poco más de cinco millones de votantes. Tanto es así que afirmó que “la gente no nos quiere teniendo que elegir entre blanco o negro, nos quiere integrando las mejores ideas y a los mejores compañeros”, por lo que reconoció que Podemos encara una fase diferente a la de su vertiginoso crecimiento electoral en la que Iglesias será una figura capital. Apelando a la “autocrítica” por no mostrar unidad, el número dos reclamó que sean los militantes los que garanticen “con sus votos” que el partido sigue “multiplicando juntos y no dividiendo por separado”.

Vistalegre II dará el pistoletazo de salida a una nueva era en Podemos, de la que Errejón espera sanar los males mostrados por la formación morada. Abandonar la lógica “del todo o nada” es primordial, junto a “madurar y acostumbrarse a gestionar la pluralidad” en un proyecto político que debería de estar por encima de las personas que lo comandan. En esa tarea ve imprescindible a Iglesias, al que calificó como “mi secretario general”.

Desde el bando de Iglesias, por el contrario, siguen resonando los llamamientos a que Errejón se erija en líder si sus propuestas resultan ganadoras. Ayer fue uno de los cabezas visibles de la candidatura del líder, Rafa Mayoral, quién le conminó a que, “por coherencia”, asuma la responsabilidad si vence en las consultas a la militancia. Podemos está inmersa en un debate de “luz y taquígrafos”, apostilló, para después reseñar que “la propuesta encabezada por Pablo Iglesias es la de integrar a todo el mundo”. Esa llamada a la integración se hará realidad, en todo caso, el próximo 13 de febrero. Antes toca que cada bando efectúe su campaña a partir de mañana y hasta el sábado próximo, cuando arranque el decisivo congreso. El secretario general y su número coinciden en arrancar hoy en Madrid su tour para hacerse con el voto de la militancia.