bilbao - El PNV ha querido enviar un toque de atención en toda regla al Gobierno español ante las interpretaciones en clave positiva que se están realizando sobre sus conversaciones. Tal y como ha podido saber DNA, el portavoz de los jeltzales en el Congreso, Aitor Esteban, levantó ayer el teléfono para trasladar al Gobierno español, al más alto nivel, el descontento de su partido con la formalización del recurso contra la 26ª oferta pública de empleo de la Ertzaintza. En realidad, ese recurso ya se conocía y lo que ha hecho el Gobierno español es presentarlo formalmente en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en las últimas horas, pero los jeltzales creen que el gesto es todo un desacierto y un despropósito en medio de unas conversaciones que pretenden propiciar el deshielo entre ambas partes. En un momento en el que están tratando de acercar posturas para retirar los recursos contra leyes vascas, creen que Madrid podría haber empezado por retirar ese mismo recurso y no lo ha hecho. Esteban trasladó al Gobierno español su descontento por esa decisión, y también por el clima de opinión que se está tratando de generar y que da por supuesto que existe buena sintonía entre ambas partes y que se está prácticamente en la antesala de un acuerdo para facilitar los Presupuestos de Mariano Rajoy, cuando no hay ningún gesto del PP hacia el PNV que invite a extraer esa conclusión.
“No estamos contentos con la marcha de las conversaciones”, resumen desde Sabin Etxea. Desde que Mariano Rajoy perdió su mayoría absoluta, ha intentado aproximarse a los partidos de la oposición y sí se ha detectado un cambio de tono hacia el PNV, pero no han llegado a acuerdos concretos. Los jeltzales han mostrado desde el primer momento su disposición a negociar y quieren que sus cinco escaños en el Congreso sean relevantes. Se han producido reuniones entre los responsables de Hacienda de ambos gobiernos para encauzar la negociación del Cupo, también entre los responsables de las infraestructuras para dar un impulso al tren de alta velocidad, y también a nivel técnico para evitar los recursos contra las leyes vascas de adicciones, municipal, reparación de los abusos policiales e iniciativa legislativa popular. El tono ha sido conciliador, pero no ha habido concreción, no se han puesto fechas concretas al TAV ni se han retirado los recursos. Además, se ha llegado a tal punto tras cinco años de invasiones competenciales y falta de avances en materia de paz que el PNV espera gestos de calado para empezar a negociar las Cuentas y no recuperaría la confianza en Rajoy con un par de gestos aislados. También cree que hace falta un viraje importante para explicar los acuerdos a la sociedad vasca tras una legislatura de Rajoy presidida por los recortes y la desatención a Euskadi.
Se está especulando con que el Gobierno español retire de manera inminente los recursos contra las leyes municipal y de adicciones, que son las más urgentes porque el plazo para negociarlas expira en la primera quincena de enero. A los jeltzales no les consta nada en esa dirección, y tampoco les bastaría porque quedan pendientes decenas de conflictos competenciales, y también otros que no se dirimen en el Tribunal Constitucional, sino en la justicia ordinaria, y que son tanto o más graves porque afectan a miles de trabajadores públicos. Es el caso de las OPE de la Ertzaintza. Madrid ha formalizado el recurso contra la número 26, la de este año, que está en curso y que no debe confundirse con la número 25, con los agentes ya patrullando en las calles en régimen de prácticas y que también está recurrida. Un acuerdo al más alto nivel político entre el consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka, y la ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, podría desbloquear la situación, aunque de momento Madrid no ha enviado señales en ese sentido.