madrid - Pablo Iglesias se rodeó ayer de numerosos pesos pesados de Podemos para presentar su propuesta política de cara a la asamblea de Vistalegre II que la formación celebrará los días 11 y 12 de febrero. El secretario general exhibió el apoyo interno del que goza junto a caras conocidas del partido morado como el responsable de Organización, Pablo Echenique, o los diputados Irene Montero, Rafael Mayoral y Carolina Bescansa. Junto a ellos, también respaldaron a Iglesias dirigentes como Ramón Espinar o incluso Diego Cañamero, que hasta ahora había sido más cercano a las tesis del sector anticapitalista.

Iglesias dio a conocer su documento para el congreso de febrero, titulado Podemos para todas, y quiso trasladar en todo momento un mensaje de unidad que llama a superar las tensiones entre las corrientes de la formación. En el acto celebrado ante unos 250 militantes en la Fundación Diario Madrid, el secretario general aseguró que quiere trabajar por un partido en el que haya sitio para todos y que su propuesta no es “un proyecto para derrotar a compañeros”, sino para cumplir los deseos de calma interna de las bases. Así, escenifica la relativa paz lograda con Íñigo Errejón tras el pacto mínimo alcanzado el sábado, que fija las reglas con las que transcurrirá Vistalegre II.

El líder de la formación morada se mostró convencido de que de la próxima asamblea va a salir un proyecto político con sus bases y dirigentes “más unidos y más fuertes”. “Un Podemos en el que quepan todos los que están y en el que haya sitio también para los que faltan”, exclamó durante el acto de ayer en el que también estuvieron presentes el fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, y el exJEMAD, Julio Rodríguez.

votación de las bases El sector próximo al secretario general eligió para presentar su campaña política de cara al cónclave la fecha en la que las bases comenzaban a votar las distintas propuestas sobre el sistema de votación de Vistalegre, que tiene los visos de convertirse en la primera pugna abierta ante la militancia entre Pablo Iglesias y su número dos, Íñigo Errejón. En el transcurso de su intervención, Iglesias defendió que su iniciativa es la “mejor” y la única que garantiza poder integrar después al resto de corrientes para “cambiar la sociedad”. El líder de Podemos insistió en el mensaje de unidad. “Con los compañeros se debate y nuestro proyecto es un proyecto para hacer sitio a todos los compañeros”.

En el proceso de votación que ya está en marcha, cada uno de los tres sectores predominantes en la formación morada -pablistas, errejonistas y anticapitalistas- han presentado por separado sus hojas de ruta, que son las que podrán elegir los militantes hasta mañana por la noche. Los resultados se darán a conocer este mismo miércoles. A este respecto, Pablo Iglesias confía en poder imponer sus tesis y se siente respaldado por el grueso del partido, más si cabe tras la victoria de su candidato Ramón Espinar en la batalla por la dirección de Podemos en Madrid, que sirvió de antesala a Vistalegre II.

Finalmente, Iglesias defendió que no tiene sentido debatir y votar las ideas si no están asociadas a los equipos, como plantean los errejonistas, porque los proyectos que salgan adelantes “se deben convertir en contratos con la militancia”. “Solo tiene sentido votar una lista o candidato si estás de acuerdo con sus ideas, que están plasmadas en documentos”, concluyó el secretario general.