gasteiz - La actualización del estatus político vasco capitalizó ayer buena parte de los discursos de la sesión de investidura. Fue, además, el ámbito que reflejó de manera más clara las diferencias que separan al PNV y a EH Bildu, sobre todo con respecto a la respuesta a dar al rechazo de las instituciones españoles a una propuesta diseñada en el Parlamento vasco que efectúe un viaje de ida y vuelta a Madrid. El portavoz jeltzale, Joseba Egibar, tiró de ese hilo para emplazar a la coalición a tener “paciencia democrática” para lograr resultados en materia de autogobierno, tanta como la que “este pueblo ha tenido con la izquierda abertzale en los últimos decenios”.
La receta de Urkullu para ahondar en el autogobierno no satisfizo a EH Bildu y fue Egibar quien defendió las tesis que mantiene el PNV ante las críticas vertidas por la ayer aspirante a lehendakari, Maddalen Iriarte, pero también por la portavoz Miren Larrion. Aseguró que defenderán “hasta el final” las decisiones que se puedan adoptar en la Cámara vasca, sin que las objeciones que puedan plantear quienes se sitúen “en frente” sean un obstáculo.
No fue esta la única crítica que virtió hacia EH Bildu, a la conminó a suturar “bien” las heridas generadas por la violencia. “Reconocer el daño causado es algo que todos hacemos; la cuestión es qué posición adoptamos frente a ese dolor”, remarcó sobre un partido que, a su juicio, debe efectuar un “recorrido” mayor del efectuado hasta la fecha. Es necesario hacer un “análisis crítico” del pasado para poder realizar “un recorrido estratégico” de futuro, proclamó. Egibar censuró por último las medidas ideadas por los partidos de oposición en políticas sociales. Euskadi “no está para experimentos”, reseñó, si bien eso no es óbice para mejorar y reforzar” el sistema de protección social, aunque esos pasos deben darse desde la “realidad”. - DNA