Bilbao - En la nueva legislatura que acaba de comenzar en el Estado español, la situación de minoría del partido en el gobierno, el PP, y sobre todo la herencia del rodillo con el que gobernó durante sus cuatro años de mayoría absoluta exigen de Mariano Rajoy un cambio “más cualitativo” que cuantitativo. Así lo expresó ayer el diputado del PNV Pedro Azpiazu, quien recordó las palabras del portavoz del Grupo Vasco, Aitor Esteban, en relación a que “ya no es cuestión de transferencias” a cambio de votos, sino que el presidente del PP debe demostrar un cambio de actitud que deje atrás su impulso recentralizador.

“No estamos en un momento en el que por una transferencia o una competencia puntual demos nuestro apoyo. Estamos en otra fase. Nosotros lo que queremos o lo que exigiríamos, en todo caso, es un cambio completo de actitud y de comportamiento”, subrayó Azpiazu. En una entrevista a la Ser, el diputado jeltzale dijo desconocer si los votos de los cinco miembros de su grupo en la Cámara baja “van a tener peso o no”, por ejemplo a la hora de aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2017, el primer reto que afronta el recién investido presidente del Gobierno español. Pero si el líder popular requiere el apoyo de su partido, “tiene que mostrar otro talante y debe cambiar de forma radical”, un golpe de timón cuya “dificultad” admitió.

En este sentido, Pedro Azpiazu explicó que, en la sesión de investidura del pasado sábado, “nosotros votamos que no a Rajoy y dimos nuestros argumentos basados en que, a lo largo de los últimos cuatro años, había tenido un comportamiento que no nos gustaba, de recurrir las leyes autonómicas de Euskadi, de recentralizar la política y de adoptar las medidas de forma unilateral”. Los sucesivos recursos contra las promociones de la Ertzain-tza, algunos de los cuales ya están en manos del Tribunal Supremo, son buen ejemplo de ello.

Por este motivo, el presidente del Ejecutivo español debe demostrar “un cambio en relación con las instituciones vascas, con el Gobierno vasco, y un cambio radical en su comportamiento en cuanto a las políticas recentralizadoras”, insistió. Una actitud que Rajoy no dejó entrever en su discurso previo a su investidura del pasado sábado, en el que limitó cualquier rectificación de políticas pasadas.

Azpiazu ligó asimismo la longevidad de la legislatura a la posibilidad de aprobar los Presupuestos. “La duración de la legislatura dependerá de la posibilidad que tenga el Gobierno de ir hacia adelante. En principio está el reto de los Presupuestos, veremos si es capaz de sacarlos adelante, y a partir de ahí poder empezar a funcionar con cierta normalidad”, aseveró. De este modo, si no es posible aprobar las Cuentas “y no se llevan adelante otros proyectos importantes”, el propio Mariano Rajoy “se planteará su futuro”. “Y ahí cabría la posibilidad de adelantar las elecciones. Pero vamos a dejar que las cosas empiecen a funcionar”, concluyó.

Trabajo conjunto En este sentido, el diputado del PP por Bizkaia, Leopoldo Barreda, aseguró que por parte de Mariano Rajoy hay disposición a hablar con el PNV. Agregó que, de forma previa a dicho diálogo, los jeltzales tienen que decidir “si están dentro o fuera del sistema, si quieren ir a alguna fórmula para un escenario catalán, independentista, en el que se cuestionen los marcos de convivencia, o un escenario de trabajo conjunto, pensando en la sociedad vasca” y sus principales problemas, la economía y el empleo.

En declaraciones a Onda Vasca, Barreda insistió en que “hay muchos temas ahí que sustentar y de los que hablar, pero también hace falta una actitud por parte del PNV que no nos sitúe en un escenario al margen de la legalidad, en un escenario en el que se estén cuestionando los fundamentos de la convivencia o del régimen constitucional”.

El diputado popular admitió a su vez la “situación compleja” del Congreso actual, “con una oposición muy fragmentada, en la que algunas fuerzas políticas puedan tener dificultades para tomar decisiones”. “El PSOE está como está, y lo deseable es un Partido Socialista fuerte, recompuesto, por el bien de la democracia española. Es importante tener interlocutores claros en las fuerzas políticas”, zanjó.