madrid - Las cartas ya están echadas y ahora solo toca hacer juego. Y el juego llegará este sábado cuando se someta por segunda instancia la investidura de Mariano Rajoy. Los actuales rectores del PSOE emplazaron ayer a los diputados socialistas en el Congreso a cumplir a rajatabla con la decisión adoptada por el Comité Federal: hoy votar no a Rajoy y 48 horas después abstenerse para posibilitar la investidura del líder del PP. Ni abstención técnica, ni libertad de voto, ni voto en conciencia. La consigna que emana de la gestora del PSOE, controlada en la distancia por la andaluza Susana Díaz, es clara: hay un mandato “imperativo” que se debe cumplir.

La reunión del Grupo Socialista en el Congreso llegó precedida de la carta que mandó a todos los diputados del grupo el portavoz socialista en la Cámara baja, Antonio Hernando. Quien otrora defendió sobre el atril del Congreso el “no es no” a Rajoy, instaba a sus compañeros de bancada a acatar la decisión del Comité Federal y les recordaba que no es posible la ruptura de la disciplina de voto por razones de conciencia.

En la misiva, Hernando aseguraba que no corresponde al Grupo decidir el sentido del voto, que ya viene determinado por la decisión adoptada por el Comité Federal. “El pleno del grupo es competente para decidir sobre las cuestiones en la que deban pronunciarse las Cámaras, siempre que el Comité Federal o la Comisión Ejecutiva Federal no hubieran manifestado con anticipación un cambio de directriz”, señalaba Hernando, que, a renglón seguido, les recordaba que en esta ocasión el máximo órgano de decisión del partido ya ha decidido el sentido del voto -la abstención-, lo que “se convierte en un mandato expreso al grupo parlamentario”.

Además, Hernando recordaba que en esta ocasión es imposible atenerse a la libertad de voto en conciencia, porque esta vía “solo es posible cuando el sentido del voto corresponde únicamente al propio pleno del grupo parlamentario”.

Sin embargo, en la reunión del grupo el portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez, rebajó el tono contra el PSC y aseguró que nadie puede dudar de que la voluntad del PSOE es “caminar juntos” y no romper con los socialistas catalanes.

Último intento En la reunión, los diputados críticos con la decisión adoptada por el Comité Federal hicieron un último intento para evitar una abstención en bloque y abogaron por la abstención técnica -solo once diputados- o la libertad de voto.

Así, Patxi López se ciñó a la carta suscrita por ocho secretarios territoriales, entre ellos Idoia Mendia (PSE) y María Chivite (PSN), y abogó por una abstención que haga “el menor daño” al PSOE y a la vez cumpla con la decisión del Comité Federal. El expresidente del Congreso reclamó de la gestora “voluntad política” para buscar el entendimiento, lo que implicaría esa abstención técnica del grupo mínimo necesario de diputados para no impedir la investidura de Rajoy.

De hecho, uno de los diputados que más se han significado en el no a Rajoy, el valenciano José Luis Ábalos, se ofreció a ser uno de los once diputados en abstenerse si la gestora reconsidera su posición y se decanta por la abstención técnica.

En el lado contrario de la balanza, la andaluza Micaela Navarro, uno de los 17 miembros de la Ejecutiva de Sánchez que dimitieron acelerando la crisis, recordó a los diputados díscolos que “formar parte de una organización significa aceptar sus reglas y sus normas”.

Posturas decididas Fracasado este intento de los díscolos por arrancar de la dirección del PSOE la libertad de voto, las posiciones están ya totalmente definidas. La mayoría del Grupo Socialista se abstendrá este próximo sábado, pero un número importante de diputados, cuya horquilla algunos sitúan entre quince y veinte diputados, se mantendrá en su postura y votarán no a Rajoy.

En este grupo hay que situar a los siete representantes del PSC, cuyo Consell Nacional aprobó el pasado martes por abrumadora mayoría (241 votos a favor y una única abstención) mantenerse en la negativa a apoyar de forma directa o indirecta al PP. Junto a estos diputados catalanes, las figuras más representativas del no a Rajoy son Margarita Robles, Odón Elorza, Susana Sumelzo o Rocío de Frutos.

En las 48 horas que pasarán desde la votación de esta tarde hasta la que se celebrará el sábado, este grupo partidario del no puede ampliarse, sobre todo a la espera de lo que decida hacer el anterior secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que aún no ha desvelado su posición.