La alianza sellada en Madrid entre el proyecto Podemos Escucha, impulsado por afines al secretario general, Pablo Iglesias, y el de Podemos Reinicia, de los anticapitalistas del eurodiputado Miguel Urbán, sitúa a la corriente del líder del partido morado en una posición de ventaja frente a la del secretario Político, Íñigo Errejón, no sólo en la pugna por el control del partido en esta Comunidad, sino también en su pulso con los errejonistas a nivel estatal.
La Comunidad de Madrid, génesis del partido morado, fue donde se desataron las hostilidades en marzo pasado cuando afines a Errejón intentaron derribar con sus dimisiones al secretario regional, Luis Alegre, una rebelión que Pablo Iglesias zanjó con la fulminante destitución del responsable estatal de Organización, Sergio Pascual, mano derecha del secretario político.
Con esos antecedentes, el control de esta organización territorial es considerado por ambos sectores como una antesala de la Asamblea Ciudadana que el partido celebrará a principios del próximo año, en la medida en que se trata de la primera vez que las bases podrán pronunciarse sobre las diferentes estrategias que defienden Iglesias y Errejón sobre el nuevo papel que debe jugar Podemos tras cerrarse su primer ciclo electoral.
Por ello, los pablistas celebran la alianza autonómica entre el proyecto liderado por Ramón Espinar y los anticapitalistas, una corriente con un fuerte arraigo entre las bases madrileñas, que cuenta también a nivel estatal con importantes liderazgos como el de la secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez , también inmersa en un proceso autonómico para revalidar su cargo, o el eurodiputado Miguel Urbán y cabeza visible de Reinicia Podemos.
‘errejonistas’ aislados El proyecto que se imponga en la votación, que se celebrará entre mañana y el miércoles, tendrá gran parte del camino hecho para la que tendrá lugar a principios de noviembre, cuando haya que elegir al nuevo secretario general madrileño que sustituya a Luis Alegre y al resto de miembros de la dirección madrileña.
En el proyecto errejonista Proceso Adelante, encabezado por la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, y la diputada nacional Tania Sánchez, son conscientes de ello. Así lo reconocen miembros de este proyecto, que admiten que dicha alianza les perjudica, como el portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, José Manuel López, que criticó el acuerdo por entender que se trata de “acuerdos en mesa camilla por espacios de poder”.
vistalegre en el horizonte El resultado de la votación será determinante también a la hora de que errejonistas y pablistas afiancen sus tesis ante la próxima Asamblea Ciudadana Estatal, que jubilará el modelo de partido de “máquina de guerra electoral” acordado en Vistalegre hace dos años, y fijará una nueva estrategia política y un nuevo modelo organizativo.
Así, aunque la formación morada lleva inmersa desde hace meses en el debate sobre el papel que deben jugar en su nueva etapa, la campaña de unos y otros para revalidar sus estrategias se ha intensificado y han desplegado diferentes proyectos desde las áreas que controla cada sector para reivindicar sus planteamientos.
Por ejemplo, Iglesias se ha volcado en la iniciativa Vamos ideada por la Secretaría de Relación con la Sociedad Civil de Rafa Mayoral, que busca “impulsar desde la calle los cambios que no son capaces de llevar a cabo en las instituciones”. En la asamblea de esta iniciativa celebrada ayer, a la que asistió y apoya el Secretario de Organización Pablo Echenique, éste advirtió que a Podemos no le puede pasar como al PSOE, que “los aparatos se independicen de las bases” y reconoció que “hay días que nos pasamos más tiempo hablando sobre quién manda que haciendo cosas”.
En esta batalla interna, los pablistas creen que, además de la posible victoria en Madrid que reforzaría el liderazgo de Iglesias, también juega a su favor que el PSOE vaya previsiblemente a abstenerse y a permitir que gobierne el PP.
Este desenlace de las negociaciones para formar gobierno confirmaría que su postura tras las elecciones de diciembre de negarse a permitir un gobierno del PSOE basando en un acuerdo con Ciudadanos fue la correcta, frente a las voces errejonistas que defendieron la abstención. - Efe/E.P.