MADRID - El cabecilla de la red Gürtel, Francisco Correa, aseguró ayer que contaba con una tarjeta especial como la que usan los miembros de la Ejecutiva para entrar directamente en la sede del PP en la calle Génova de Madrid por el garaje sin tener que pasar por el escáner. El acusado hizo esta revelación al contestar a su defensa sobre las preguntas formuladas por el abogado del extesorero de Luis Bárcenas que cuestionó que el jefe de la trama entrara con grandes cantidades de dinero en la sede del PP y nadie lo detectara.
Correa ofreció al juez los detalles de sus idas y venidas desde su despacho a Génova y al revés: “Yo no pasaba por el escáner, tenía tarjeta especial y entraba directamente al parking”. Para disipar dudas, indicó que ese dato se podía comprobar pidiendo la correspondiente documentación en la sede del PP. A este respecto, volvió a sostener que él le llevaba a Bárcenas, “a Génova y a su casa en la calle Príncipe de Vergara”, el dinero de las comisiones obtenidas por las gestiones del extesorero en “diversos” ministerios para obtener adjudicaciones y que, según su relato, oscilaban entre el 2 y el 3% .
Estos hechos los circunscribió ya Correa a la época del expresidente del Gobierno español José María Aznar y precisó que trabajó para él “continuamente”, si bien quiso dejar claro que nunca fue su amigo. Él de quien era amigo íntimo era del yerno de Aznar, Alejandro Agag, según reiteró ayer. “Con Aznar no tengo ninguna relación, he trabajado con él muchos años. Le miraba, él me miraba, pero no he sido amigo de él nunca”, señaló Correa para después añadir: “Trabajaba para él continuamente, me miraba, me sonreía, con quien sí llegué a tener una buena relación fue con su yerno Alejandro”.
Durante la jornada de ayer, las defensas hicieron constar nuevas peticiones a raíz de las manifestaciones de Correa. Entre ellas la de Bárcenas que reclamó citar como testigos a las personas que indirectamente apuntó el cabecilla de Gürtel como responsables de las gestiones que realizó para obtener contratos públicos a cambio de comisiones de empresarios.
Tras oponerse a ello la Fiscalía, el tribunal decidió rechazar esas testificales: la de los exministros del PP Jaume Matas, Elvira Rodríguez y Rafael Arias Salgado, y a los presidentes de ACS y OHL, Florentino Pérez y Juan Miguel Villar Mir. “Aquí no pintan nada”, dijo el presidente del tribunal Ángel Hurtado, al considerar que, dados los motivos por los que el extesorero del PP pedía su comparecencia, la citación debía ser más bien en calidad de acusados, por lo que en ese caso habría que investigarles en otro procedimiento. Por ello, el tribunal la calificó de “prueba interpretativa, que no es pertinente” porque las acusaciones de Correa al respecto fueron, a su juicio, “genéricas y no se sabe con exactitud qué gestiones hicieron” esas personas. “Aquí no estamos enjuiciando al Partido Popular”, le había dicho ya al inicio de la sesión al abogado de Bárcenas, Francisco Maroto, cuando cuestionaba si la intención de Correa era “machacar al PP”.
El tercer día de declaración de Correa sirvió para poner a otro miembro del partido en el punto de mira: el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, del que dudó si fue él o un jefe de prensa del partido la persona que le recomendó contratar a Felisa Isabel Jordán, exadministradora de las empresas de la trama y que se sienta con él banquillo. El juicio se retomará la próxima semana con la declaración del número 2 en Gürtel, el exsecretario de Organización del PP de Galicia Pablo Crespo, al que seguirá Álvaro Pérez, El Bigotes.
matas y calatrava El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, ha abierto juicio oral contra el expresidente del Govern balear Jaume Matas por la contratación a dedo, por 1,2 millones de euros públicos, del arquitecto Santiago Calatrava para la elaboración de un anteproyecto de ópera que nunca llegó a ser construida.
Este es el paso previo antes de sentar a Matas en el banquillo de los acusados. El fiscal pide para él un año y tres meses de cárcel por un delito de tráfico de influencias y diez años de inhabilitación por otro de prevaricación. - DNA