BARCELONA - Las políticas en materia de memoria histórica de la Guerra Civil tienen visos de convertirse en un nuevo foco de conflicto entre la Generalitat y el Gobierno español, tras el anuncio del Govern de que no pedirá permiso al Estado para reparar a las víctimas de la guerra y el franquismo. Ayer, la consellera de Presidencia, Neus Munté criticó la “desmemoria indigna” de Madrid con los represaliados y prometió incrementar la labor en el ámbito de la memoria.

Munté presidió el homenaje a los “inmolados por la libertad de Catalunya” con motivo del 80 aniversario del inicio de la Guerra Civil y recordó que el 15 de octubre será el “día nacional” catalán de las víctimas del conflicto y la represión franquista. Pero, además de este gesto, que se enmarca “en la línea de la reparación de carácter simbólico”, la consellera anunció que esta semana el Parlament debatirá una proposición de ley de reparación jurídica para “conseguir que se declaren nulos los juicios sumarísimos”, como el de Lluís Companys.

Acto seguido, cargó contra la actitud de España en memoria histórica. “Hace 80 años del inicio de la Guerra Civil y 40 desde la muerte del dictador. Pero ningún Gobierno del Estado, independientemente de su ideología, ha avanzado en la justicia o reparación. Al contrario, hemos sufrido una indigna desmemoria hacia las personas que lucharon por la libertad y la República”, lamentó. - DNA