Sirte - Las milicias del oeste de Libia retomaron el avance en las últimas horas en el corazón de la ciudad de Sirte, en una espesa área de casas bajas y callejones donde resisten cerca de 200 miembros de la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico. Varias katibas (grupos de combatientes) lograron al caer la tarde del viernes recuperar varias hileras de desvencijados edificios en la zona oeste de llamado “distrito uno”, después de un fiero combate con un franco tirador que se encontraba atrincherado en uno de ellos.

El yihadista, de rasgos subsaharianos y que pereció en el intercambio de disparos, estaba protegido, además, por un sistema de bomba trampa tendida con hilos de sedal y cables escondidos bajo utensilios comunes de la vida cotidiana. Katibas o milicias del oeste de Libia, como Los mártires de Yunduz se dedican desde hace varios días a recopilar información de inteligencia y vigilar los distritos uno y tres, los únicos que quedan por reconquistar de esta ciudad situada en el centro de la costa libia. “Esta información se eleva al Consejo Central en Misrata, que la procesa. Ellos decidirán la fecha del asalto definitivo. Nosotros estamos preparados”, explicó Musbah, uno de los comandantes de la citada milicia. Nadie en Sirte se atreve a dar una fecha, aunque la mayoría están convencidos de que será antes de la fiesta musulmana del sacrificio, prevista para septiembre. Tres son los peligros a los que se exponen los sitiadores y que han obligado a detener los combates y retrasar el asalto final, que el mando central libio quiere se haga lo más rápido y sea los menos cruento posible. La pericia en el tiro de los que resisten, en su mayoría hombres procedentes de países del África Subsahariana como Nigeria, Chad, Mali o Sudán, pero también del norte de África, en especial egipcios, argelinos y sobre todo, tunecinos.

La rama libia del grupo yihadista EI conquistó en febrero de 2015 Sirte -lugar en el que nació y murió Gadafi-, para lo que aprovechó la disputa política entre los gobiernos del este y el oeste del país. - Javier Martín