El tan temido bloqueo en la investidura no se dará en Euskadi. La crisis política sin precedentes de las instituciones españolas -que llevan más de ocho meses, dos comicios y otras tantas legislaturas para elegir a un presidente- no puede repetirse de ninguna manera en el Parlamento Vasco tras las elecciones del 25-S, sea cual sea el escenario que dejen las urnas. Esto se debe al reglamento de la Cámara autonómica, que se blinda contra una posible parálisis en el hemiciclo mediante un inusual sistema de votación nominal en el que los votos negativos no existen, por lo que es imposible rechazar a un candidato y se garantiza que se invista a un lehendakari.

Según el reglamento, los grupos políticos con representación pueden designar a sus candidatos en la Mesa de la Cámara. La presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, explica los pormenores de este proceso: “Se convoca el pleno de investidura y se puede presentar cualquiera. Se anuncian las candidaturas y empieza la sesión. Cada aspirante explica su programa de gobierno, participan los grupos y hay un debate”. Un día más tarde comienzan las votaciones, reguladas mediante el llamado sistema nominal. Es decir, los parlamentarios pueden expresar su respaldo a uno de los nombres propuestos por las formaciones o, si no, abstenerse. La norma no contempla el voto de rechazo, ni siquiera cuando solo se presenta un aspirante a lehendakari, con lo que se evitan bloqueos y pinzas que podrían paralizar la vida del hemiciclo durante un tiempo indeterminado, como ocurre actualmente en el Congreso de los Diputados. Además, la votación se realiza a viva voz, por lo que no pueden darse pactos secretos para apoyar a un candidato. “Puedes apoyar a un candidato o abstenerte. No puedes vetar a nadie, no hay bloqueo. Con los rechazos y vetos siempre se atasca todo”, defiende Tejeria. El catedrático de Derecho Constitucional de la UPV/EHU, Eduardo Virgala, también destaca la efectividad del reglamento. “A diferencia de la investidura del presidente del Gobierno central, el Parlamento Vasco diseña un sistema por el que, convocado el pleno de designación, habrá lehendakari en primera o segunda votación”.

La Cámara exige una mayoría absoluta en la primera votación, el respaldo de 38 de los 75 representantes. Si no se consigue superar esa barrera, 24 horas después se convoca una segunda elección, en la que el representante que más votos logra se hace con la Lehendakaritza. “Cada parlamentario vota diciendo el nombre del candidato que apoya, por lo que en la segunda votación sale elegido el que más votos alcance o, si solo hay un candidato, bastando con que un parlamentario vote al candidato. Al no haber posibilidad de votación negativa sobre los candidatos, si solo hay uno, éste no puede salir derrotado, y, si hay varios, es designado lehendakari el que tenga más votos”, expone el catedrático. El único escenario de bloqueo que podría darse sería el de un empate entre dos candidatos. “Si se produce un empate, hay que dirimirlo. Para ello el reglamento recoge que hay que establecer un calendario de votaciones, pero nunca hemos estado en una situación así. Lo normal es que no haya bloqueo”, aclara la presidenta del Parlamento.

De hecho, la norma que rige la Cámara vasca ni siquiera recoge el supuesto de una no elección de un lehendakari o de la repetición de los comicios. Sí lo contempla el Estatuto de Autonomía, pero este extremo no se ha dado jamás. Virgala explica lo que ocurriría: “Habría una tercera votación entre los candidatos empatados. Si en esa tercera votación persistiera el empate, la presidencia del Parlamento tendría que convocar nuevas sesiones y volver a celebrarse nuevas votaciones con aquellos candidatos o con otros. Si se reprodujeran sistemáticamente los empates, a los 60 días de la convocatoria del primer pleno de designación, Urkullu, como lehendakari en funciones, tendría que disolver el hemiciclo y convocar nuevas elecciones”.

En la última legislatura, Iñigo Urkullu no tuvo excesivos problemas para ser investido. PSOE y PP renunciaron a proponer candidatos y el actual lehendakari solo tuvo de contrincante a la cabeza de lista de EH Bildu, Laura Mintegi. En la primera votación, Urkullu se impuso a Mintegi con 27 votos frente a 21, pero no logró la mayoría absoluta necesaria. En la segunda votación, le bastó con el apoyo de su grupo para conseguir la Lehendakaritza. Sin embargo, el sistema no siempre garantiza que el grupo con mayor representación consiga investir a su aspirante ya que, evidentemente, puede darse un acuerdo entre otros partidos para desbancar a la formación más votada en las elecciones. Así ocurrió en 2009 con Patxi López, que llegó al Gobierno Vasco tras un pacto antinatura entre PSE y PP. Bakartxo Tejería asegura que la clave es “quién tiene más escaños”, por lo que “a veces gobernará la lista más votada pero otras no”. “Es un procedimiento mucho más eficaz que el del Congreso de los Diputados; allí se puede aliar fácilmente el resto de la Cámara para votar en contra de un candidato y bloquear la legislatura”.

Irrumpe podemos Lo que se avecina más complicado que la investidura será el transcurso de los próximos cuatro años: el día a día en la Cámara autonómica y en la actividad legislativa del Gobierno Vasco. Hasta ahora, la vida parlamentaria en Euskadi ha sigo un juego de cuatro, pero la irrupción de Podemos puede poner patas arriba el hemiciclo y trastocar las mayorías tradicionales. “Si las encuestas se confirman, y tiene un número importante de parlamentarios, evidentemente modificará el sistema vasco de partidos y probablemente será decisivo en las negociaciones políticas para designar al lehendakari”, asegura Eduardo Virgala respecto al partido morado.

Al PNV, previsible ganador de los comicios según los sondeos, ya no le valdrá con el apoyo del PSE para lograr estabilidad, y otros pactos entre diferentes fuerzas podrían tumbar las iniciativas del Ejecutivo de Lakua. De cualquier manera, si los jeltzales optan por reeditar el pacto con los socialistas, tendrán la ventaja de que una pinza entre Podemos, EH Bildu y PP es sumamente complicada, dadas las profundas diferencias entre las tres formaciones. Tejeria cree que hará falta tiempo hasta que la legislatura arranque. “Podemos es una novedad y las novedades tienen que asentarse. Al principio todo es más complicado y cada grupo tiene que ir posicionándose en su terreno y su ámbito. Los acuerdos son difíciles, pero las posiciones se van moderando para buscar soluciones”, concluye.

Primera votación. Resultará elegido lehendakari el candidato que obtenga la mayoría absoluta de la Cámara.

Segunda votación. Si ninguno de los candidatos alcanzara la mayoría absoluta, se repetirá la votación y será elegido lehendakari el que de entre ellos obtenga el mayor número de votos.

Un empate. En caso de empate, se dirimirá mediante nueva votación en el plazo de 24 horas. La votación se realizará

exclusivamente sobre las candidaturas empatadas.

Único candidato. En el supuesto de un único candidato a lehendakari, y cuando en la

primera votación no se alcanzara la mayoría absoluta, se repetirá la votación y será necesaria la mayoría simple.