MADRID - Muchos han visto en la elección de la fecha para la investidura de Rajoy una maniobra política para redoblar aún más la presión sobre el PSOE. La posibilidad de que unas terceras elecciones se celebren en pleno día de Navidad pone en serios aprietos a los socialistas, a los que se observa como únicos capaces de desbloquear el escenario político y evitar así una nueva cita con las urnas. La vicepresidenta del Gobierno español en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó ayer directamente a Pedro Sánchez de desentenderse deliberadamente del diálogo para concretar el día de la investidura. La número dos del Ejecutivo del PP hizo referencia a una llamada telefónica que mantuvieron el pasado jueves los jefes de gabinete de Rajoy y Sánchez, tras la cual el secretario general socialista se habría negado a conversar con el actual presidente español en funciones. “No fue posible consensuar una fecha porque no quiso ponerse al teléfono. El PSOE podría haber opinado de la fecha y Sánchez se inhibió”, aseguró. En cualquier caso, Sáenz de Santamaría quiso rebajar la discusión acerca del día de una hipotética repetición de los comicios apelando a la responsabilidad de los partidos para evitarla. “Si nadie quiere terceras elecciones, no será un problema y podremos tener un Gobierno a principios de septiembre y recuperar la normalidad”, indicó. - DNA