MADRID - Como estaba previsto, al comité ejecutivo del PP no acudieron las figuras más incómodas, como la de la exalcaldesa Rita Barberá o la del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, cuyos nombres se han visto relacionados con escándalos de corrupción. Tampoco estuvo presente el presidente de honor del partido, José María Aznar, que no suele asistir a estos cónclaves, dado su distanciamiento con Rajoy y su equipo.
En cuanto a Rita Barberá, ha faltado a las últimas reuniones del Comité Nacional del partido y se encuentra a la espera de que el Tribunal Supremo decida sobre su futuro judicial. Su continuidad como senadora ha sido muy criticada tanto por la oposición como en el seno de su propia formación. Respecto a Ignacio González, hace meses que no participa en el equipo de dirección, ya que está siendo investigado en un sumario para esclarecer cómo adquirió el ático que posee en la localidad malagueña de Estepona.
Sin embargo, a la reunión celebrada ayer sí acudió una persona investigada por corrupción, aunque sin cargo público. Se trata de la actual tesorera del partido, Carmen Navarro, investigada en la causa contra el PP por el borrado de los ordenadores del que fuera también tesorero, Luis Bárcenas. La actual encargada de las cuentas de la formación acude a todas las reuniones de este órgano de dirección de los populares.
Pese a las ausencias, fue un comité largo que duró alrededor de dos horas y en el que, al contrario que en otras ocasiones, tomó la palabra una quincena de dirigentes. Todos ellos cerraron filas con Rajoy y dieron luz verde a la apertura del diálogo. Eso sí, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, recordó a sus compañeros que en los próximos meses el PP debería celebrar un congreso que lleva aplazando desde hace más de un año, y que éste debería servir como “revulsivo” de la formación conservadora. - DNA