GASTEIZ - Paradójicamente, el lehendakari que ha tenido que hacer encaje de bolillos para apuntalar un Gobierno en minoría es el único candidato que repite al frente de su plancha respecto a las elecciones de 2012. Durante estos cuatro años, Iñigo Urkullu Renteria (Alonsotegi, 1961) ha tejido acuerdos que le han garantizado la estabilidad ante el polarizado escenario en el Estado español. La cita con las urnas, sin embargo, puede esbozar un Parlamento aún más fragmentado que obligue al aspirante del PNV a extender esa capacidad para alcanzar pactos.

Si Urkullu consigue repetir como lehendakari, su reto se centrará en afianzar el trabajo realizado durante los últimos cuatro años. Urresti considera que sus mayores esfuerzos se han centrado en la consolidación de la paz y la convivencia, pero que ello no ha supuesto un obstáculo para trabajar en un adverso contexto de crisis económica. Silvestre, por su parte, cree que el 25 de septiembre tendrá el desafío de “convencer a la sociedad vasca de que el Gobierno en solitario del PNV ha sido capaz de impulsar cambios y mejoras sustantivas”.

Su trayectoria al frente del Gobierno Vasco puede ser vista, a juicio de los expertos, como un pro o un contra de cara a la campaña electoral. La directora del Deustobarómetro apunta que, como ocurre tradicionalmente, él será el foco de todas las críticas por parte del resto de fuerzas políticas, que “se centrarán en juzgar su labor”. Al mismo tiempo, el director de Gizaker indica que la estabilidad y seguridad que habría aportado durante su mandato serán vistas positivamente por el electorado. “El lehendakari ha trabajado como una hormiguita cuando alrededor había muchas cigarras”, opina. - X.G.