bilbao - El PNV no ha cambiado de posición sobre la investidura de Mariano Rajoy. Votará en contra porque su mandato ha sido un suplicio para los jeltzales en materia de autogobierno, con constantes conflictos de competencias, y porque no creen que en un par de semanas pueda ofrecerles garantías de un cambio de actitud en ese campo. No esperan un viraje “milagroso” y, si lo hubiera, tampoco sería creíble, tal y como repitió ayer el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, en una entrevista en la televisión pública española. Si acaso, podría haber acuerdos en el futuro, a lo largo de la legislatura, pero no ahora. No obstante, en las últimas horas se ha lanzado una segunda hipótesis desde ámbitos socialistas y círculos de opinión estatales. Los socialistas rechazan la investidura de Mariano Rajoy y abocan a unas terceras elecciones, pero podrían reconsiderarlo en el marco de una abstención conjunta de todos los partidos de la oposición. En ese contexto, el PNV se prestaría a hablar con el PSOE, al igual que hizo con Rajoy, pero sin que ello prejuzgue que vaya a aceptar la propuesta. Además, Rajoy no podría esperar abstenciones gratuitas, sino que debería moverse. Como telón de fondo, el PNV cree que el socialismo debe asumir su responsabilidad como segunda fuerza, en lugar de intentar la cuadratura del círculo.

Por lo visto, Sánchez podría reconsiderar su voto en contra si otros partidos le acompañaran para compartir el coste político de una abstención entre todos. Ese plan tiene un clamoroso punto flaco: pensar en una abstención de Podemos ante Rajoy parece muy atrevido, al igual que en el caso de los nacionalistas catalanes y los vascos. En otros ámbitos se apunta que el PSOE no pide un gesto de todos, sino que lo espera muy en concreto de Ciudadanos, Coalición Canaria, PNV y los catalanes.

Ortuzar dejó claro ayer que el PNV es un “partido de orden al que le gusta que haya acuerdos” y que, si cambia la “actitud y de forma de mirar al País Vasco” desde Madrid, podrán “hablar en el futuro”. “Pero, en este momento y, visto lo visto, para nosotros es imposible un apoyo a Rajoy”, recalcó. Preguntado por la posibilidad de una abstención colectiva, dijo que “de todo eso se puede hablar” pero, para eso, “también Rajoy se tiene que mover” y, hasta ahora, “no ha hecho una oferta seria, estudiable por nadie de nosotros”. “Estamos muy lejos pero, siempre que nos llamen, vamos a ir a hablar”, avisó.